El bombero José Julio Argandoña forma parte del contingente balear de emergencias desplazado a Valencia para ayudar en la catástrofe natural que arrasó la comarca hace ahora dos semanas. El taponamiento del alcantarillado es lo que más preocupa este miércoles en alerta naranja por nuevas lluvias. Se espera que a partir de las 9 de la mañana se produzcan fuertes precipitaciones de hasta 100 litros por metro cuadrado en doce horas y hasta 40 litros por metro cuadrado en una hora. La principal preocupación es que llueve sobre mojado y la zona cero sigue siendo «dantesca». «Es como una zona de guerra», dice el especialista.
Por lo que pueda pasar, el puesto de mando ha recogido sus carpas y se ha trasladado a cubierto dentro de la zona más afectada de Sedaví para ganar operatividad en caso de una nueva riada. Desde el martes el contingente balear, en el que hay más de ochenta personas, limpia contrarreloj las alcantarillas y desagües de carreteras y calles. «Se priorizó por la alerta de lluvias. Con el desastre que ha habido la gente oye que hay una alerta naranja y hay miedo. Nos pasa a todos, imagina cómo lo viven los afectados», reflexiona.
Acostumbrado a los rescates, José Julio Argandoña describe «un escenario de guerra, con lodo y vehículos amontonados en las calles y con buena parte de la red de tuberías destrozada lo que provoca escapes de fecales con el riesgo sanitario que eso supone».
Aunque el equipo de Baleares se centra en la limpieza de alcantarillas e imbornales y en el vaciado de los garajes, está preparado para, siguiendo las órdenes del consorcio de emergencias, realizar rescates de personas.
«Si ahora cayera el agua de forma torrencial (anuncian más de 100 litros en 12 horas y hasta 40 en una hora), con la situación que hay aquí es fácil que el agua corra y podamos vivir alguna situación preocupante. Estamos preparados para cambiar la prioridad a rescate o auxilio de personas. Es lo primero que haríamos», explica.
En el equipo de emergencias de Baleares hay bomberos de todos los cuerpos de las Islas, brigadas y técnicos del Ibanat, Emergencias y Protección Civil y también efectivos del SAMU 061 y una psicóloga. «Ha habido que atender algunos casos de salpicaduras de lodo, todo leve; pero es necesario. También la atención psicológica del propio personal y de los residentes. Ayer nuestra psicóloga atendió a siete vecinos. Hay que tener en cuenta que estamos viendo una cosa dantesca y por muy preparado que estés en emergencias puedes necesitar atención psicológica», reflexiona el bombero.
A la espera de lo que pueda suceder, este miércoles el equipo estará en Sedaví retirando el lodo de alcantarillas calles y garajes. «De momento, llueve, pero no torrencialmente», ha explicado a primera hora de esta mañana a este diario José Julio Argandoña.