La víctima fue sentenciada a muerte y su ejecución se iba a culminar en una zona boscosa. «Hay que sacarlo de aquí y matarlo en el bosque. Lo metemos en la furgoneta y nos lo llevamos ya. Allí lo picamos». Así arranca la crónica del intento frustrado de asesinato de un hombre, de nacionalidad extranjera, al que un grupo de peligrosos delincuentes quiso matar porque -sospechaban- les había robado una importante cantidad de dinero que guardaban oculta en el edificio okupa de la calle Reyes Católicos de Palma.
Ultima Hora ha tenido acceso al atestado policial que relata los hechos. A las 05:20 horas del pasado sábado, una patrulla de la Policía Nacional se encontraba realizando labores de seguridad por la zona cuando se escucharon gritos de auxilio procedentes del número 31 de la calle Reyes Católicos, conocido popularmente como el ‘Edificio de los Horrores’. Los agentes se percataron de que los gritos provenían de la planta baja del inmueble. Al conocer la peligrosidad de los ocupantes del mismo, decidieron solicitar refuerzos y acceder a su interior.
La puerta estaba cerrada, pero cuando la policía se percató de que su presencia había sido detectada, procedió a reventarla de una patada. La escena que se encontraron los funcionarios policiales fue desoladora. Un hombre tendido en el suelo y maniatado de pies y manos mediante cinta aislante, cinturones y cordones. La víctima presentaba hematomas por todo el rostro, con un visible hinchazón en su pómulo izquierdo. Paralelamente, los agentes pudieron escuchar como justo en ese momento accedían al inmueble varias personas a la carrera por las escaleras en dirección a los pisos superiores.
El hombre que presuntamente había sido torturado rogó a los policías: «Por favor, sacadme de aquí. Me van a matar, tienen armas de fuego y cuchillos. Tened cuidado». Con la finalidad de salvaguardar la integridad tanto del herido como de los propios agentes, se procedió a extracción al sujeto a la vía pública, pedir una ambulancia y esperar la llegada de refuerzos.
Esa misma madrugada se procedió a la detención de Fredy Escobar, de 32 años; Danya H., de 41 años; Claudia A. R., de 28 años y Adriana S. 46 años, todos ellos de nacionalidad colombiana. El testimonio de la víctima es aterrador. El hombre dice que le obligaron a entrar en la vivienda y que allí dentro había otras personas a las que conocía de vista. Una vez dentro, comenzaron a gritarle y a acusarle de haberles robado un dinero, el cual se encontraba en el interior de una caja fuerte ubicada en unos trasteros de alquiler, de los que él dice que no puede aportar la dirección exacta. De hecho, la víctima niega ser el autor de la sustracción del dinero.
En ese momento entra en escena Fredy Escobar. Se trata del mismo personaje que está siendo juzgado en la Audiencia de Palma por el asalto al domicilio de Pau Rigo, el anciano de Porreres, y que cuenta con múltiples antecedentes policiales. Una persona muy violenta y peligrosa. Según el relato de la víctima, cogió una barra de hierro y le propinó varios golpes en el rostro mientras le insultaba y le amenazaba con matarlo. A continuación, el resto de integrantes del grupo se sumaron e iniciaron un aluvión de patadas y puñetazos. En ese instante también procedieron a atar de pies y manos con cintas a la víctima, que también fue amordazada. Una vez inmovilizado, la mujer de Dani (uno de los arrestados) le vertió alcohol en los ojos. Durante más de una hora, estuvieron torturando al hombre para tratar de conseguir la información del lugar donde tenía el dinero.
Los arrestados llevaban armas blancas y pistolas de fuego real. De hecho, el denunciante fue golpeado con la culata de una de ellas. En todo momento escuchaba a sus torturadores que hablaban entre ellos: «Lo vamos a llevar al bosque en la furgoneta y nos lo picamos allí». La víctima era consciente de que su vida corría peligro y por eso decidió cerrar los ojos y fingir estar inconsciente para que dejaran de golpearlo.
Durante el violento interrogatorio, los acusados apuntaron: «Hay que sacarlo de aquí y matarlo en el bosque. Lo metemos en la furgoneta y nos lo llevamos ya». Dos de los sospechosos -James y Enmanuel- poseen una furgoneta de color gris. En ese momento, lo cogieron en volandas y lo trasladaron hacia la planta baja. El hombre consiguió quitarse parte de la mordaza y comenzó a gritar y a pedir auxilio. Probablemente esta acción le salvó la vida.
La víctima finalmente fue trasladada a un centro hospitalario con policontusiones y varias fracturas en la cara. Los policías efectuaron una batida y consiguieron localizar a cuatro personas, que acabaron siendo detenidas como presuntos autores de los hechos. La policía también averiguó que otros sujetos habían abandonado el lugar a bordo de un vehículo. La víctima permanece en el hospital en estado grave.
Horas después una patrulla localizó a dos de los supuestos agresores, que también fueron arrestados. En total el número de detenidos ascendió a seis personas, todas ellas como presuntos autores de los delitos de secuestro, lesiones y amenazas graves. También se ha identificado a dos personas que presuntamente estaban fuera vigilando.