Una familia de Alaró ha denunciado un nuevo ataque de perros sueltos a su pequeña explotación de ovejas en una finca familiar situada en la zona de sa Sacorrada. «Es desesperante ver cómo nuestra dedicación y esfuerzo para mantener la finca se ven arruinados por esta situación», explicaba Gabriel Rechach Pizà, quien informó a este periódico de los hechos en nombre de su madre y propietaria de la finca, Magdalena Pizà Nadal.
Según Gabriel Rechach, en este último incidente, ocurrido entre el 27 de octubre y el 6 de noviembre, han perdido seis ovejas: algunas fueron encontradas muertas tras ser atacadas y otras agonizaban debido a las heridas infligidas. Los perros, al parecer, las muerden en la parte trasera hasta abrirles el abdomen, lo que causa una muerte lenta y dolorosa a los animales. La finca se encuentra cercada y en total había unas 20 ovejas.
Rechach explica que este tipo de ataques han sido constantes. El año pasado, una cámara de seguridad de una finca vecina captó a varios perros cruzando los límites. A raíz de estos ataques, algunas de las ovejas, que estaban en periodo de gestación, también abortaron debido al estrés.
Ante estos hechos, la familia ha interpuesto denuncias repetidas en la Policía Local de Alaró, y tras el último de los ataques, contactaron con la Conselleria de Agricultura. Sin embargo, aseguran que no han recibido ningún tipo de apoyo. La familia solicita a las autoridades que actúen para evitar la repetición de estos sucesos, que no solo causan graves pérdidas económicas, sino que afectan directamente a su proyecto de vida familiar en el campo.