«La zona cero en la que trabajamos en Valencia está totalmente devastada, es como si la hubieran planchado en un bombardeo. Joan Pol, jefe del Servei d’Ordenació d’Emergències de Baleares, trabaja desde el domingo sin descanso en el achique, rescate y recuperación de cadáveres en las zonas más afectadas por la DANA de Valencia.
Miembro del Mecanismo Internacional de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea y de Naciones Unidas, Pol es especialista en Oriente Medio y ha trabajado en más de 30 misiones internacionales. «He visto cosas peores en Haití, Nepal, Mozambique, Siria Afganistán… pero lo cierto es que en la zona cero de los tres municipios en los que estamos trabajando (Benetusser, Sedaví y Alfafar) en Valencia la situación se asemeja a la de una guerra, sobre todo en los polígonos industriales y en las zonas más devastadas. La diferencia entre una catástrofe natural como esta y una catástrofe provocada por el hombre es que mientras trabajamos achicando agua y peinando sótanos y garajes en busca de vida, los vecinos nos observan por las ventanas de los pisos superiores», explica.
El convoy de Baleares ha partido a primera hora de la mañana de este jueves de la base logística hacia el puesto de mando avanzado de la zona cero (en el que Joan Pol presta su servicio) y hacia los sectores en los que peinan los aparcamientos de un hotel, de un centro comercial, de una zona de ocio y los sótanos y aparcamientos de varias viviendas. «Desde el domingo llevamos 19 establecimientos chequeados sin ninguna víctima, de momento, pero lo cierto es que estamos en zonas donde se han sacado víctimas, sobre todo el primer y segundo día», dice el experto.
Joan Pol es consciente de que encontrar supervivientes a estas alturas en espacios inundados es imposible una semana después de la catástrofe. «Ahora ya no estamos en fase de salvamento sino de recuperación de víctimas». Aunque «la situación ha mejorado mucho desde que llegamos el domingo con las tres localidades en las que trabajamos completamente aisladas y con fuertes episodios de lluvia con la alerta roja activa, a medida que pasan los días hay nuevas preocupaciones. Hay que ir con medidas de seguridad y mucha precaución por la acumulación de dióxido de carbono, metano y posibles brotes de bacterias o hongos», relata.
El contingente balear de emergencias está asistido por una Unidad Sanitaria de Soporte Avanzado que, no solo es un elemento de autoprotección de los equipos de rescate sino que además está haciendo la función de PAC en la zona cero. «En el puesto de mando avanzado que nosotros hemos montado, estamos bajo el mando de los bomberos de Valencia y tenemos también bomberos de Madrid, Canarias, Asturias y la Unidad Militar de Emergencias. Hay misiones que son conjuntas por la dimensión de las zonas que estamos inspeccionando. Se requieren moto bombas de varios servicios para hacer grandes achiques de aparcamientos subterráneos», concluye.
La tarde de este jueves está previsto que llegue su remplazo compuesto por un equipo humano de 82 personas y 19 vehículos de Baleares. «Nosotros nos vamos esta noche y llegaremos a las cinco de la mañana a Palma». Aunque los avances son notables, aún queda mucho por hacer. Se prevé que los cuerpos de emergencia de las Islas sigan ayudando en la zona de la DANA una semana más.
«Los grandes achiques se habrán terminado y habrá otros objetivos. Los sótanos y aparcamientos chequeados están con un palmo de lodo y habrá que gestionar estos residuos», reflexiona Joan Pol. El primer contingente se marcha satisfecho del trabajo realizado. «Se están diciendo muchas cosas, pero no se puede generalizar la opinión de un vecino que es lógico que se queje porque su vivienda está llena de lodo y lo ha perdido todo, pero esa persona desconoce dónde estamos, qué hemos hecho antes», dice. La prioridad de los cuerpos de emergencias de Baleares a su llegada el domingo 3 de noviembre fue «garantizar las comunicaciones con el exterior para acceder a buscar a los desaparecidos». «Estas tres poblaciones estaban completamente aisladas. El salvamento ha sido siempre prioritario «si no hay teléfono y luz necesitas una ayuda, pero estás vivo, la prioridad es buscar a las personas atrapadas. Esto no se arregla en una semana», dice el jefe del Servei d’Ordenació d’Emergències.
No obstante explica que las necesidades más básicas están atendidas. «Se repartió agua envasada desde el principio». En una catástrofe como esta, los primeros días se avanza poco a poco. Hay que asegurar las vías de acceso, disponer de agua de impulsión suficiente y bombeo… eso y otras cosas tienen que estar previstas. Es un trabajo invisible y lento, pero una vez hecho se avanza muchísimo más. Es espectacular cómo se ha avanzado y aunque seguimos con los pies en el barro en la zona cero ya hay bastantes zonas limpias y cuando digo limpias es que hay personas que ya pueden vivir en las plantas bajas de sus viviendas. Hay otros evidentemente que no», concluye.