Un hombre, español de 32 años, fue juzgado este jueves en Palma acusado de robar un móvil en una escuela de artes marciales de Son Cotoner y tras ser arrestado enfrentarse a los policías nacionales, a los que agredió y lesionó, y provocar daños en el coche patrulla que lo trasladaba a los calabozos de la Jefatura Provincial. El procesado, que se mostró arrepentido por lo sucedido, admitió no recordar todo los hechos. «Llevaba días bebiendo y tomando pastillas y cocaína. Tengo lapsus de lo que hice», dijo ante la jueza, para admitir después que está «arrepentido, no era yo en ese momento», zanjó. La Fiscalía pide para el enjuiciado, que está en prisión por otros asuntos, dos años de prisión y multas que ascienden a 9.900 euros por hasta cinco delitos.
El suceso tuvo lugar la tarde del 6 de diciembre del pasado año. El procesado acudió a un centro de artes marciales y se apoderó de un iPhone 14 del dueño. El perjudicado, con el terminal de su mujer, localizó su móvil. Estaba cerca de allí y acudió en bici en busca del ladrón. «Sabía que lo tenía él, lo vi cerca del local, y él seguía diciendo que no tenía nada. Al final lo recuperé, pero él empezó a ponerse agresivo». Tanto que volvió minutos después al centro y empezó a aporrear uno de los cristales.
En el lugar se personó la Policía Local y posteriormente varias patrullas de la Policía Nacional. El sospechoso, completamente fuera de sí, empezó a agredir e insultar a los agentes. «Tuvimos que meterlo en el coche entre tres policías», rememoró uno de los funcionarios. Antes agredió físicamente a dos de ellos. «A mí me dio mordiscos, me pegó puñetazos y a mi compañero le dio una patada en los testículos y le dislocó un hombro», apuntó otro de los policías. El asunto no quedaría ahí.
De camino al hospital de Son Espases, donde también hubo una serie de problemas con su comportamiento, el procesado dio múltiples patadas al coche patrulla, provocándole daños por valor de más de 150 euros. Además de la pena de prisión y las multas, la acusación pública solicita que indemnice a los dos agentes lesionados en 120 y 900 euros. El juicio quedó visto para sentencia.