«Mi hija lo está pasando muy mal. Esta mañana (este lunes para el lector) acudimos al colegio para exponer lo sucedido, mostrar la denuncia interpuesta ante la policía y pedir que se tomen medidas. Nada más llegar, la jefa de estudios nos informó que ya tienen identificadas por completo a las niñas que grabaron y subieron la agresión en plena calle de mi hija y que se tomarán las medidas pertinentes», apunta José Luis, padre de la niña de doce años agredida por un grupo de compañeras de clase.
«El colegio trata de calmar las aguas y nos han notificado que han puesto el caso en manos de un inspector educativo de la Conselleria. La agresora no se presentó a clase en todo el día y su madre, el sábado contactó con mi hija -de 12 años- para decirle de forma muy suave que entendía lo sucedido, reconocía que su hija tenía algunos problemas de conducta, pero que había que arreglar esta situación. Creo que hubiera sido mucho más apropiado contactar con nosotros directamente y solucionar esto como personas civilizadas», concluye José Luis.
Por su parte, Inmaculada, madre de la menor, ha explicado que su hija llevaba toda la semana sufriendo amenazas. «Durante la semana le decían que le iban a pegar porque alguien de su clase se inventó que mi hija había hablado mal de ella», apunta la progenitora. «Le dijo que la iba a ir a buscar el viernes por la tarde para pegarle con una amiga suya de fuera del instituto. Más tarde le dijo que no, que no la iba a tocar porque terminaría en un centro, pero que quería quedar con ella para hablar, a lo que mi hija le respondió que no», explica Inmaculada.
La agresión se produjo cuando la adolescente se fue a la parada de autobús para volver a casa. «Se fue a la parada del bus con unas amigas de clase para volver a casa y ahí le cogieron del brazo y le empezaron a pegar. Menos mal que el padre de una de sus compañeras lo vio todo y las separo», concluye la madre de la menor, víctima de la agresión.