Nadie llegó a saber lo que pretendía realmente, pero su comportamiento le hizo acabar en los calabozos. Agentes de la Policía Local de Palma detuvieron a primera hora de la mañana del sábado pasado a un hombre que entró en el patio de una casa y comenzó a dar puñetazos a la puerta para entrar al interior de la vivienda. Cuando el propietario y la policía le pidieron que abandonara la zona, éste se puso violento e intentó agredirles con una mancuerna de gimnasio.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 7.20 horas de la mañana en una planta baja de la calle del Vicario Joaquim Fuster de Palma, cuando agentes de la Unidad de Seguridad Integral (USEI) de la Policía Local acudieron a la citada calle después de ser avisados de que un individuo estaba en la terraza y daba puñetazos a la puerta para entrar.
A la llegada de los uniformados, se encontraron con el sospechoso, de aspecto norteafricano, tirado en el suelo gritando y golpeando una cristalera. Los agentes también se percataron de las heridas que presentaba en el codo y en la nariz.
En aquel instante salió el morador del inmueble, que manifestó no saber el motivo por el que el individuo decidió saltar un pequeño muro de unos 90 centímetros de altura para acceder al interior de la planta baja y golpear la cristalera. No obstante, explicó a la policía que cuando le pidió que se marchara, empezó a insultarlo y a amenazarlo con la pesa de gimnasio que estaba en la misma terraza.
Cuando los agentes fueron a entrevistarse con el sospechoso, éste se puso agresivo y comenzó a amenazarles también con la pesa, a la vez que les insultaba y se negaba a identificarse. Fue por ello que los funcionarios lo detuvieron al indocumentado, que dijo tener 30 años, por un presunto delito de allanamiento de morada y amenazas.
Dadas las lesiones que presentaba el arrestado, fue trasladado hasta un centro médico para ser atendido, pero dado su violento comportamiento, los sanitarios no pudieron curarle las heridas. Asimismo, durante el traslado intentó autolesionarse a cabezazos en el interior del coche patrulla.
Tras realizar las diligencias correspondientes, el atestado y el detenido fueron trasladados a la Policía Nacional para concluir el caso.