El autor del trágico crimen de Ses Salines, sucedido durante la noche del miércoles en la zona de viviendas situada en el Camí de Ses Colònies, en la Colònia de Sant Jordi, es un hombre de nacionalidad portuguesa de cuarenta y siete años de edad que cuenta con múltiples antecedentes, incluso ha estado implicado en una agresión a las fuerzas de seguridad. El varón, ya detenido, acabó con la vida de la madre de su pareja, una mujer suiza de 74 años.
Según han confirmado numerosas fuentes de su entorno, el hombre, llamado Vítor Aníbal T.M, había protagonizado enfrentamientos y otros sucesos violentos; por lo que se le tenía en el pueblo como un individuo conflictivo. También era conocido por los agentes de la Guardia Civil, al contar con antecedentes y al haber sido detectado en varios controles de tráfico bajo los efectos del alcohol.
De hecho, muchos apuntan al abuso de sustancias estupefacientes y bebidas alcohólicas como factores determinantes para incrementar su comportamiento violento, provocando la alteración de sus facultades mentales.
El crimen cometido acabó con la vida de Erika, con quien habría iniciado una violenta discusión durante la tarde noche del miércoles. En un momento dado, Aníbal comenzó a golpearla violentamente hasta hacerse con un hacha y asestarle el golpe letal.
Los vecinos aseguran que es habitual verle ebrio en los establecimientos de la zona y que por alguno de sus altercados anteriores habría acabado en prisión. La Guardia Civil continúa recopilando los datos necesarios para la investigación y sobre el presunto asesino, al que localizaron poco después del crimen. Los agentes procedieron inmediatamente a su detención.
El crimen de Erika reabre nuevas heridas en la Colònia de Sant Jordi, donde sus vecinos se han visto sobrecogidos en los últimos veinte años por dos homicidios impactantes: el de Ika Hofmann, en 2019, a manos del hombre que había sacado de la indigencia, y el que cometió Jordi Antolí, acabando con la vida de Margarita Veny después haber matado antes a su esposa en Palma.