Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos gorrillas, uno de ellos menor de edad, acusados de amenazar a varios turistas y pinchar las ruedas de los coches de todos aquellos que deciden no darles dinero. Se trata de dos argelinos muy conflictivos y violentos. Los hechos tuvieron lugar el pasado domingo cuando unos turistas, que iban en compañía de sus hijos menores, decidieron ir a la playa de can Pere Antoni donde estacionaron su coche de alquiler. Nada más llegar, se encontraron a dos personas regulando el aparcamiento. Una vez que los turistas habían dejado su vehículo, uno de ellos le exigió dinero para haberle ayudado a aparcar el coche e indicado el lugar donde había una plaza libre.
El turista se negó a darle dinero al entender que no había contribuido en nada y que al tratarse de una zona de estacionamiento libre y gratuita era innecesario pagar. Acto seguido, uno de los gorrillas le dijo que si no le daba dinero le produciría daños en el coche. El turista, ante esa actitud seguía negándose a darle cualquier gratificación. La cosa quedó así y la familia de germanos puso rumbo a la playa.
La víctima ante lo sucedido, se quedó inquieta e instantes más tarde acudió de nuevo a ver cómo estaba el vehículo y si tenía daños. En ese momento observó a uno de los argelinos agachado en la rueda con un cúter en la mano rajando la rueda. El denunciante, al ver las intenciones del sujeto decidió llamar a la Policía Nacional y consiguió retener a uno de los delincuentes hasta la llegada de las primeras patrullas. Una vez que los agentes llegaron al lugar, observaron un tumulto de personas que tenían rodeado al presunto autor y tras recabar información, procedieron a su detención. En ese instante, el menor que acompañaba al sospechoso trató de abandonar el lugar apresuradamente. Varios testigos lo identificaron al igual que el primero que también se dedicaba a pedir dinero y fue detenido.
Mientras se estaba realizando toda la intervención, otro grupo de turistas que estaban en la zona, explicaron a los policías que ellos también eran víctimas de esos jóvenes y que por miedo a las posibles consecuencias cedieron y pagaron.