Las playas de Llucmajor, por sus características y la gran afluencia de bañistas están consideradas de riesgo alto y moderado. Por ese motivo y con la finalidad de velar por la seguridad de todos, es una de las zonas turísticas con mayor número de socorristas, personal sanitario, técnicos de medio ambiente, policía y miembros de Protección Civil de Baleares. El servicio de socorrismo de las playas de Cala Pi y de s'Arenal de Llucmajor superó con nota las pruebas físicas, rescate y reanimación impuestas por los técnicos municipales en tres simulacros simultáneos de rescate y asistencia sanitaria en la que participaron más de un centenar de personas. Se trata de una serie de pruebas y actividades de control y mejora constante de los socorristas.
El Servicio de Salvamento y Socorrismo de Llucmajor llevó a cabo unas prácticas para evaluar la respuesta y la coordinación de sus equipos. «En nuestro municipio nos tomamos la seguridad de los bañistas muy en serio. Por ese motivo, pedimos una preparación óptima a nuestro personal», apunta Eutimio Rubio, responsable del equipo de socorrismo. Hasta cinco regidores del Ayuntamiento de Llucmajor estuvieron presentes y presenciaron ‘in situ' el trabajo de verificación y análisis de respuesta del equipo humano.
Éxito
Los socorristas de Salvament Aquàtic de les Illes Balears, Protección Civil, Policía Local y el servicio de ambulancias superaron con éxito las pruebas. Esta actividad consistió en una prueba combinada para evaluar el estado físico del equipo humano, valorar la actuación profesional y la coordinación entre todos los miembros. Estas prácticas son muy importantes al llegar los casos reales y poder responder adecuadamente a las incidencias y situaciones de riesgo en las playas. Las mismas se realizaron una vez finalizado el servicio, a las 19:30 horas y finalizaron a las 21 horas. En el mismo también participaron los medios acuáticos: una embarcación y las motos acuáticas de rescate.
Por otra parte, en los últimos meses, los socorristas recuerdan que han tenido que intervenir en numerosas ocasiones y practicar maniobras de reanimación a varias personas, de avanzada edad, que sufrieron paradas cardiorrespiratorias. «Es muy gratificante salvar la vida de una persona. Por ese motivo valoramos positivamente estas pruebas de control», apuntan los chicos.
Por su parte, Sergio Gálvez, jefe de Protección Civil de Llucmajor, explica: «Estas pruebas son muy necesarias para mejorar los tiempos de respuesta y la coordinación entre todos los equipos participantes». Cerca de 300 bañistas siguieron muy atentos las evoluciones de las pruebas y brindaron un sonoro aplauso a los equipos de emergencia participantes.