La Policía Judicial de la Guardia Civil sigue volcada en el caso del asalto a la sede de una cadena hotelera de Mallorca, ocurrido el pasado fin de semana en Cala Millor, y está centrando las pesquisas en identificar al 'topo' que facilitó el robo de película. De hecho, los agentes están convencidos de que los ladrones, que podrían ser albaneses, recibieron -presumiblemente a cambio de una elevada suma de dinero- una valiosa información sobre los sistemas de seguridad del edificio y la ubicación exacta de las cajas.
Todo apunta a que los mismos hampones, tras el asalto en Cala Millor, se trasladaron de madrugada al polígono de Capdepera y entraron en una conocida pescadería, donde también forzaron la caja de seguridad. Este segundo 'golpe' puede aportar a los investigadores una importante información sobre los autores si se consigue vincular a la persona que tuvo contacto laboral, en las últimas semanas, con las dos empresas asaltadas. Y que, por consiguiente, conocía detalles sobre ambas.
En el caso de la sede de la cadena hotelera, los intrusos inutilizaron primero todo el sistema de wifi de la calle y dejaron fuera de juego las alarmas. Después, se colaron por una ventana y se dirigieron directamente a dos cajas fuertes de un anexo de una oficina, que consiguieron reventar tras horas de trabajo con radiales y talados hidráulicos.
Después, bajaron a un sótano donde se ubicaba la tercera caja fuerte, aunque esta era de mayor blindaje y no consiguieron acceder al interior. En las otras, que sí consiguieron forzar, se llevaron una cantidad indeterminada de dinero y joyas.
El recorrido, tal y como adelantó ayer en exclusiva Ultima Hora, que llevaron a cabo los delincuentes evidencia, sin género de dudas, que sabían a dónde iban y tenían valiosa información sobre el interior del recinto. Sólo un 'topo' pudo facilitarles aquellos detalles.