Un empleado de la construcción de 29 años, migrante brasileño, ha salvado la vida a un niño de 6 años que se había encaramado por la parte exterior de la barandilla de la terraza de un domicilio situado en una segunda altura en la ciudad de Alicante.
El rescate se produjo en torno a las 18:00 horas de este pasado lunes en un edificio de la calle Orense de la capital alicantina, y fue grabado por los vecinos antes de que circulara ampliamente por las redes sociales.
El migrante que ha protagonizado esta acción es Felipe David y trabaja en las obras de la vivienda contigua a la del pequeño. No dudó en salir al otro lado de la barandilla para, agarrándose con las manos, llegar hasta el niño y empujarle hacia arriba para volver a entrar a su domicilio.
El hombre ha explicado este miércoles a EFE que estaba a punto de marcharse a casa cuando escuchó gritar en la calle a personas que se habían percatado de que el niño corría grave riesgo de caer al vacío.
«Pensaba que sería una pelea», ha confesado Felipe David, que se asomó a la ventana y vio «que había un chiquillo que tenía la mitad del cuerpo fuera e intentaba sacar la otra pierna».
No se lo pensó porque «sabía que tenía la posibilidad de llegar hasta el niño al ser la persona que estaba más cerca» y saltó desde la ventana de la vivienda en la que estaba trabajando para alcanzar por la pequeña cornisa el balcón donde se hallaba el menor.
«Rápidamente le cogí la camiseta para que el niño no se asustara» y no cayera, y le empujó hasta meterlo dentro de la vivienda, momento en el que los padres se percataron de lo que ocurría. Al parecer, el niño jugaba con su hermano cuando abrió la ventana y salió en cuestión de segundos. Según el relato de los vecinos, se trata de una familia francesa que se encuentra de vacaciones en ese piso.
Felipe David entró en la vivienda a continuación del niño y se encontró dentro a los padres, a los que relató lo que acababa de suceder: «Estaban muy asustados», ha señalado, y el padre le dio las gracias por el rescate.
Este episodio de final feliz fue visto por varias personas desde cafeterías cercanas de la calle Orense, y en una de ellas, Inés Su, que regenta un bar y que en ese momento servía a unos clientes, ha manifestado que una niña le señaló al pequeño que estaba en el balcón del segundo piso.
Mientras llamaban a la Policía vio que Felipe David «salió fuera y pasó de su piso al que estaba el niño y después lo empujó dentro», unos instantes en el que los testigos presenciales tenían «el corazón en la garganta» antes de romper a aplaudir al héroe.