La Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor ha abierto una investigación para determinar la autoría de un ataque a un centro de menores inmigrantes de Cala Rajada. Varios desconocidos, que podría pertenecer a un clan gitano enfrentado con unos adolescentes argelinos, dispararon con una carabina de aire comprimido desde un coche en marcha, lo que obligó a evacuar las dependencias, que luego fueron clausuradas de forma provisional.
Según ha podido saber Ultima Hora de fuentes municipales, el incidente se produjo el pasado miércoles por la tarde, sobre las 16.00 horas, cuando un coche de color gris, ocupados por varias personas, se acercó al centro de menores.
A continuación, desde la ventanilla sacaron una escopeta, que resultó ser de perdigones, y dispararon de forma repetida contra la fachada y las ventanas. Al menos cuatro proyectiles de plomo impactaron contra la estructura, aunque afortunadamente no hubo que lamentar heridos.
Los investigadores creen que los delincuentes pudieron disparar entre doce y catorce veces. El vehículo dio varias vueltas al edificio antes de acelerar bruscamente y huir. La Policía Local y la Guardia Civil fueron alertados de lo ocurrido y las patrullas disponibles de desplazaron hasta el centro, mientras otras buscaban a los ocupantes del coche fugado. Todo indica que la carabina de aire comprimido que utilizaron era del calibre 5,5.
A consecuencia del tiroteo, el centro fue evacuado y los menores fueron repartidos en otras dependencias. La tensión racial en Cala Rajada entre clanes gitanos y argelinos no es nueva. Hace semanas que los primeros acusan a los segundos de una serie de robos y hurtos en la playa y en locales comerciales. Después, el intento de robo de un ciclomotor a un español, parte de un grupo de magrebíes, disparó la tensión en la zona, pero la rápida actuación de la Guardia Civil y la Policía Local evitó que el asunto fuera a mayores. El tiroteo podría ser la venganza por aquel incidente.