El joven Matías Ustaris ha sido uno de los muchos vecinos que se ha visto obligado a abandonar su casa tras declararse el incendio en la Avenida México de Palma. El afectado, que reside junto a su madre en un duodécimo piso, ha explicado Ultima Hora cómo ha vivido todo: «Hemos empezado a escuchar un sonido como de fuegos artificiales», ha apuntado.
Su timbre, como el de otras tantas viviendas, ha empezado a sonar. Pero, como él mismo ha admitido, no le han hecho excesivo caso. Posteriormente han llegado los gritos. «Poco después hemos empezado a escuchar a gente diciendo '¡Se quema el tercero, se quema el tercero!'». Tras esto, y el sonido anteriormente descrito, ha avisado a su madre y han salido corriendo del inmueble.
Por la escalera, el miedo. «Estaba todo lleno de humo negro y casi no se podía respirar». Ese humo era visible en su casa, levemente tiznada de negro. «No podía parar de toser», añade. Él como otros tantos espera en la calle a que los equipos de emergencia finalicen las tareas para poder regresar a su hogar.