Una interna de mediana edad de la cárcel de Palma apareció muerta el lunes y el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias del fallecimiento. La mujer había estado ingresada en la Enfermería del centro penitenciario por una serie de problemas de salud y al poco tiempo de recibir el alta se sintió indispuesta y murió.
Fuentes judiciales informaron que la víctima es una española que cumplía condena por algunos delitos y que tenía serios problemas por su adicción a determinadas sustancias. El fin de semana su estado empeoró de forma súbita y fue trasladada hasta la Enfermería, para que los médicos pudieran seguir de cerca su evolución.
Su muerte ha generado cierta polémica entre algunas de sus compañeras, que opinan que no debió salir tan pronto del recinto médico. Ahora, la Inspección Penitenciaria, el juzgado de guardia y la Policía Nacional han abierto tres investigaciones independientes para aclarar lo sucedido. Se trata, en cualquier caso, del protocolo habitual en estos casos.
La autopsia ha descartado mano criminal y ha concluido que se trata de una muerte natural. La fallecida compartía celda con otra interna y su estado de salud se había deteriorado muy rápido en los últimos días. Algunas internas, sin embargo, han contado a sus familias que la mujer tendría que haber estado más días ingresada en la Enfermería porque su estado era crítico y cuando salió «no se aguantaba en pie».
La compañera de la víctima será citada a declarar casi con toda seguridad en el transcurso de la investigación.