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Detenidos dos turistas irlandeses por vender gas de la risa en Santa Ponça

Los arrestados portaban una botella de óxido nitroso de tres litros cada uno y casi 3.000 euros en efectivo

Los dos detenidos, este jueves, en los juzgados de Vía Alemania. | Guillermo Esteban

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La Guardia Civil ha detenido a dos turistas irlandeses por vender gas de la risa en Santa Ponça. Los arrestados, de 18 y 19 años, portaban una botella de óxido nitroso de tres litros cada uno y casi 3.000 euros en efectivo.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 20.15 horas de este miércoles, cuando una patrulla del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil observó a los dos jóvenes en actitud sospechosa por la calle Riu Sil número 2, frente a una farmacia.

Uno de los turistas llevaba una botella de grandes dimensiones e inflaba un globo de plástico. Los agentes lo interceptaron y el otro chico se introdujo en una tienda de telefonía móvil para huir de los guardias civiles, pero finalmente fue localizado.

El joven que fue sorprendido inflando un globo entregó a los guardias civiles un pasaporte de otro amigo. Los agentes le informaron de que podría incurrir en un delito de suplantación de identidad y el turista, que se encontraba muy nervioso, explicó que el documento de identidad era de un amigo suyo y que no llevaba la suya encima.

El turista manifestó que estaba hospedado en un hotel de la zona y los guardias civiles lo acompañaron hasta el establecimiento para que aportara su documentación. Uno de los chicos llevaba en el interior de su calcetín derecho 1.385 euros fraccionados en distintos billetes y el otro portaba 1.559, además de una caja de globos de plástico de diversos colores.

Uno de los comerciantes de la zona en la que fueron interceptados los dos turistas irlandeses contó a los agentes de la Guardia Civil que instantes antes los jóvenes estaban ofreciendo globos inflados con gas de la risa a los viandantes.

Los dos arrestados han pasado este jueves a disposición de la titular del juzgado de Instrucción número 10 de Palma, que se encontraba en funciones de guardia, y han quedado en libertad tras acogerse a su derecho de no declarar. Están acusados de un delito contra la salud pública.

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