Los propietarios de una conocida panadería de Palma han denunciado a un instalador de aire acondicionado por estafarles 3.214 euros. El hombre, que llevaba el uniforme de la empresa para la que trabajaba, instaló por cuenta propia el pasado mes de abril un aparato en uno de los establecimientos de la panadería y lo volvieron a contratar para colocar otro en un segundo local. El empleado denunciado, M.R.S., les presentó un presupuesto de 5.172 euros el 13 de abril.
El 22 de mayo, el instalador denunciado solicitó a los perjudicados un adelanto de 3.214 euros para pedir el aparato y su posterior instalación y los dueños de la panadería le hicieron una transferencia con el importe acordado. A partir de esa fecha, según consta en la denuncia que las víctimas interpusieron ante la Policía Nacional, empezaron a desconfiar de él porque no acudía a las citas acordadas.
El hombre empezó a posponer el trabajo con «excusas inverosímiles». A principios de junio les informó que el aparato se encontraba en Las Palmas de Gran Canaria, pero que llegaría «en dos días». El día 10 de ese mes les explicó que su mejor amigo, que conducía una furgoneta con las herramientas de la instalación, sufrió un accidente en la rotonda de Son Hugo y falleció. El supuesto siniestro mortal no apareció en ningún medio de comunicación.
Después de varios meses de discusiones los responsables de la panadería le pidieron que les enviara el aparato o que les devolviera el dinero, pero el instalador continuaba dándoles largas. El pasado 29 de julio, el dueño del establecimiento envió un último mensaje al ahora denunciado solicitándole que le devolviera el dinero, pero no obtuvo respuesta.
Los denunciantes manifestaron ante la Policía Nacional que otras personas con las que tienen relación han sufrido estafas similares por parte del instalador. Uno de ellos le pagó por adelantado 6.000 euros y nunca instaló el aparato de aire acondicionado. El modus operandi del hombre era realizar unos primeros servicios de forma correcta y después pedía más dinero para llevar a cabo nuevas instalaciones que nunca llegaba a efectuar.