Un choque entre un tren internacional, que cubría el trayecto entre Praga y Budapest, y un autobús de línea causó la muerte de siete personas y heridas a otras cinco personas en la localidad eslovaca de Novy Zamky, en el sur del país, informó este viernes el ministro de Transporte, Jozef Ráž.
Todas las víctimas mortales de la colisión, que se produjo el jueves, eran pasajeros del autobús, mientras que no hubo ninguna víctima mortal entre los viajeros del tren rápido Eurocity, en el que viajaban 200 personas, y en el que resultó herido sólo el maquinista. El autobús, en el que viajaban unas diez personas, cubría el trayecto de 20 kilómetros entre Novy Zamky y Kolta. "El accidente fue causado por varios factores.
En primer lugar, fue el clima, que el día anterior provocó la inundación y el bloqueo de una vía en esta línea. El tren que apareció en ella no tenía nada que hacer allí", declaró Ráž hoy en una rueda de prensa.
«Los resultados preliminares de la investigación muestran que no hubo ningún fallo sistémico o técnico, sino probablemente un fallo de factor humano», añadió el ministro. La zona estaba afectada por recientes tormentas que habían dejado inutilizadas algunas vías, donde no funcionaba la señalización y los sistemas de seguridad, y por donde se encaminó el tren. La policía ha abierto diligencias por supuesto delito de amenaza contra la vida. En los últimos quince años se han producido en Eslovaquia 22 accidentes de tren, en los que han muerto un total de 45 personas.