Daniel Corral, el antiguo camarero que se convirtió en el testigo protegido 29 del ‘caso Cursach' compareció ayer por fin ante el juzgado de Instrucción que le investiga por sus mentiras en la causa y por provocar con ella tres ingresos en prisión y condenas de cárcel. El juzgado le había citado desde hacía más de un año y llegó a dictar una orden de detención en su contra por sus reiteradas incomparecencias.
El testigo 29 declaró en decenas de ocasiones y presentó cerca de 70 denuncias en las que decía ser perseguido por sicarios por su declaración en el ‘caso Cursach'. La mayoría de esas denuncias se referían a un antiguo compañero suyo de piso y al entorno de éste a los que, antes de desembarcar en la macrocausa fallida ya había comenzado a denunciar por otros motivos. Sus víctimas, a su vez, le habían denunciado con anterioridad por acoso.
Sin embargo, las reiteradas denuncias de 29 provocaron una serie de detenciones por parte del Grupo de Blanqueo. El antiguo testigo compareció en un juzgado de Madrid después de que el de Palma le intentara citar en numerosas ocasiones. Entonces se le emplazó para que compareciera en el juzgado por sus mentiras durante la causa.
En el juzgado, Corral respondió a la juez para criticar el informe policial que enumera su recorrido en la causa y a su abogado para intentar acreditar no existe riesgo de que se fugue a pesar de sus múltiples citaciones fallidas en este procedimiento.