A las pocas horas pisar la Isla ya dejó su sello. La Policía Nacional arrestó la madrugada del sábado a un hombre, español de 34 años, acusado de robar en un centro de estética de Palma después de trepar por la fachada. El sospechoso llegó ese mismo día a la capital balear en barco procedente de Barcelona, donde acumula la mayoría de su larga lista de antecedentes.
Su 'cuenta' en Mallorca, según señalan a este diario fuentes judiciales, la estrenó poco antes de las 5.30 horas. El delincuente acudió a la calle Aragón de la capital balear y localizó su objetivo: un centro de estética. Que estuviera en alto el local no le impidió acceder a él. Trepó por la fachada, entró por una ventana y una vez allí se apoderó de todo lo que encontró a su paso. Se hizo con un teléfono móvil, un iPad, un altavoz y un bote lleno de céntimos de euro. Después de esto se marchó por donde había venido.
Intentó no pasar desapercibido por la calle, pero cuando vio a un coche patrulla de la Policía Nacional le entró el pánico, a pesar de su dilatada experiencia como ladrón, y aligeró el paso. Esto hizo sospechar a los agentes, que le dieron el alto. Antes de intentar huir lanzó la tablet debajo de un coche. Los funcionarios echaron un vistazo por la zona y localizaron el lugar donde había cometido su fechoría.
Horas más tarde la propietaria del negocio reconoció como suyos todos los objetos que portaba el delincuente. Tal y como añaden las mismas fuentes, el varón cuenta con una interminable lista de antecedentes, cometidos en distintos puntos del país, la mayoría de ellos en su ciudad natal, Barcelona.