«Si os acercáis me lo clavo», gritaba un británico que tenía un punzón a la altura del cuello instantes antes de ser detenido. La historia se remonta a las siete de la mañana del pasado jueves. Un británico, de 48 años, entró dentro de un taxi de manera hostil a la vez que le decía al conductor «Arenal, Arenal. Quiero ir al Arenal». El profesional del taxi, al ver la actitud del hombre le pidió que saliera del vehículo, iniciándose una breve pero intensa discusión entre ambos. En un momento dado, el turista sacó un punzón y le amenazó.
Al ver peligrar su integridad física, el conductor decidió salir del vehículo a la carrera por lo que el denunciado cogió el móvil de la víctima y también salió del taxi a la carrera. El británico, totalmente fuera de sí, se dirigió a la parada de autobús ubicada en la plaza de la Reina. Mientras tanto, el taxista siguió en todo momento al hombre a la vez que alertó a la Policía Nacional de lo sucedido. El sospechoso se subió en el bus donde había otros pasajeros. El conductor, al ver la actitud y comportamiento de esta persona y con la finalidad de preservar la seguridad del resto de usuarios, decidió desalojar al resto de pasajeros y salir fuera con los mismos cerrando la puerta desde el exterior hasta la llegada de la policía.
Cuando llegaron las primeras unidades, observaron el autobús vacío con una hombre descalzo en el interior en la parte de atrás en un estado de agitación y visiblemente excitado. El turista portaba una especie de punzón en su mano. Los policías tras recabar toda la información de lo sucedido, decidieron subir al vehículo. Cuando el hombre observó a los funcionarios policiales tratando de acceder al bus, hizo ademán de clavarse el punzón a la vez que les decía: «Si os acercáis me lo clavo», llevando el mismo a la zona del cuello.
Tras varios intentos de calmar los ánimos y establecer un contacto directo con el sospechoso, los policías consiguieron que el inglés arrojara el punzón al suelo, por lo que fue esposado y detenido como presunto autor de un robo con violencia e intimidación. En ese instante se recuperó el móvil del taxista al que se le hizo entrega del mismo.