Los Bombers de Mallorca cumplen 40 años. Fue en el año 1984 cuando Antoni Ferragut (jefe de servicio procedente del antiguo Icona) recibió el encargo de poner en marcha un nuevo cuerpo capaz de solucionar los incidentes y las emergencias que surgieran en los diferentes tipos de siniestros que se produjeran en la Part Forana. En esa misión, contó con la inestimable colaboración de Miquel Rosselló, histórico jurista y compañero de batallas.
«Los Bombers de Mallorca de hace 40 años a los actuales no se parecen absolutamente en nada. Protocolos, profesionalidad, número de efectivos técnicos y humanos, trajes etc... Hemos avanzado muchísimo», apunta Pedro Ladaria, actual jefe del Cuerpo.
Desde un inicio, las tareas encomendadas van desde la propia extinción de incendios y la prevención de estos mismos, hasta la atención de los accidentes de tráfico, que hoy en día se ha convertido en una importante causa de salida, pasando por el rescate o la búsqueda en la montaña, el auxilio en torrentes, y un largo etc. Dado que el número de rescates y búsquedas, sobre todo en la Serra de Tramuntana, genera un gran número de salidas anuales, el servicio cuenta ya con dos cuerpos especializados: el Grupo de Rescate de Montaña y la Unidad Canina. «Durante el pasado año actuamos en más de 6.000 incidencias, de las cuales unas 330 fueron en rescates de montaña. Estas intervenciones no se dan ni en provincias del Pirineo», destaca Ladaria.
«Todos los inicios son complicados. En aquel entonces había 10 parques, heredados de la territorialidad del Icona, y el servicio arrancó con 29 bomberos. En la actualidad, somos una plantilla de algo más de 300 profesionales integrado por bomberos, técnicos y los diferentes equipos de mando. La casuística nos refleja que los Bombers de Palma disponen del mismo ratio de población que nosotros y de efectivos, pero nosotros tenemos que hacer frente a un campo de actuación de extensión en kilómetros cuadrados. Estamos trabajando en la mejora de los protocolos de actuación y con la apertura de un nuevo parque en Santanyí trataremos de reducir nuestro tiempo de actuación en esa zona», apunta Ladaria.
La plantilla del Cuerpo también cuenta con tres mujeres bomberas y la integración es total y absoluta. Cada uno de los ocho parques que componen la red del servicio está integrada por un sargento, un cabo para cada turno, además de los propios bomberos conductores. En total 300 personas en servicio para atender las posibles emergencias.