La Fiscalía reclama una condena de cuatro años y medio de cárcel para un hombre que se hacía pasar por abogado en Palma y al que acusa de estafar a una mujer a la que asesoró en varios asuntos: «Nos decía que estaba ganadísimo», dijo la víctima que terminó condenada en una causa por falso testimonio porque, sostiene, el acusado la obligó a mentir en un procedimiento judicial por un accidente de tráfico.
El acusado, de nacionalidad española, niega haber mentido: «Soy colegiado y soy licenciado». No por el Colegio de Abogados de Balears, sino por un Colegio Penal Internacional y licenciado no en España, sino en una universidad peruana, al punto que ese título no fue aportado por su defensa. «Se han contado un montón de mentiras. ¿Tengo derecho a la libertad de expresión?», dijo en su turno de última palabra.
La víctima afirma que tanto ella como su pareja y su madre llegaron al acusado a través de internet y que siempre se les presentó como abogado en ejercicio. Así, les asesoró en varios problemas jurídicos: una herencia conflictiva, un accidente de tráfico y una reclamación por la plusvalía de una venta. La denunciante asegura que le pagó en efectivo hasta 12.000 euros por estas gestiones que terminaron mal. La defensa sostiene que ninguna de esas actuaciones fue como abogado sino que se limitó a aconsejar a esta familia y que no existen pruebas de un lucro por parte del acusado.