Un delincuente, de nacionalidad argentina y que acumula una veintena de arrestos en poco más de un año, acabó siendo trasladado por la Policía Nacional, después de proceder a su arresto, a un centro hospitalario de Palma tras recibir una paliza a manos de un varón que le encontró robando en el piso de un vecino la madrugada del pasado domingo.
El acusado, que también ha sido condenado varias veces por distintos delitos, fue asistido por la abogada Concepción Rebassa y quedó en libertad horas después de ser puesto a disposición judicial en Vía Alemania.
Los hechos, según señalan fuentes judiciales, se remontan a alrededor de las 5.00 horas del domingo día 7 en un edificio del barrio palmesano de Pere Garau. Un residente escuchó mientras dormía unos ruidos extraños procedentes del piso de abajo, ubicado en la primera planta. Abrió su puerta y escuchó a dos hombres golpeando la entrada. Bajó las escaleras y la encontró fracturada. Dicho inmueble era utilizado como almacén por una clínica dermatológica y en ese momento había maquinaria y equipos informáticos.
Al acceder al piso se topó con uno de los delincuentes, el que fue arrestado, y empezó un forcejeo con él. Segundos después apareció el padre del vecino. Al tiempo que todo esto ocurría, la Policía Nacional ya había sido avisada de lo ocurrido y estaba de camino. Al llegar encontraron retenido al delincuente, al que arrestaron como presunto autor de un delito de robo con fuerza. También observaron los funcionarios que el ladrón presentaba heridas. Había sido agredido con una barra de hierro en la espalda y acabó en un centro médico cercano. Después se decidió su traslado hasta un centro hospitalario por precaución.
Cuestionado por el compinche que acudió con él al piso utilizado como almacén, el detenido no colaboró con los agentes y dijo que lo había conocido poco antes. Horas después, y tras sentarse ante el magistrado de guardia, quedó en libertad.