El propietario de un club de alterne de Porto Cristo ha aceptado una condena de un año de cárcel y una multa de 2.700 euros por no asegurar a ocho prostitutas. El acusado, de 50 años, se ha declarado culpable este jueves en la Audiencia de Palma de un delito contra los derechos de los trabajadores.
Los hechos enjuiciados tuvieron lugar el 23 de abril de 2022. El hombre era socio y administrador de un establecimiento en el que empleó por cuenta ajena y recibió la prestación de servicios de alterne por parte de ocho mujeres extranjeras en situación irregular en España. Ninguna de ellas tenía permiso de trabajo ni residencia en el país.
La Fiscalía recoge en su escrito que ninguna de las mujeres estaba dada de alta en el correspondiente régimen general de la Seguridad Social. El centro de trabajo de Porto Cristo estaba formado exclusivamente por las ocho trabajadoras y por el procesado.
El Ministerio Público reclamaba al inicio del proceso una condena de dos años de prisión para el hombre, que ha sido defendido por el abogado Gaspar Oliver. El tribunal de la Sección Segunda ha acordado la suspensión de la pena de prisión durante un plazo de dos años con la condición de que no cometa ningún delito en ese periodo.