«Le estoy dando vueltas a esto desde hace once años. No lo puedo entender, no me cabe en la cabeza». El antiguo intendente de la Policía Local de Palma, Antoni Vera, niega que filtrara él las preguntas del examen para el ascenso a oficial. Ahora acusado de un delito de revelación de secretos, por el que la Fiscalía le reclama un año y medio de cárcel, el antiguo mando policial defendió que no le entregó un documento con siete de las diez preguntas y una errónea al director general de Seguretat de Cort, Enrique Calvo. «Si hubiera querido beneficiar a alguien, le hubiera dado todas las preguntas, no siete y una con un enunciado incorrecto».
Vera era además de jefe de la Policía Local, el presidente del tribunal para aquel procedimiento selectivo, que dio inicio a las investigaciones que terminaron en el 'caso Cursach'. El cuerpo del delito en el juicio es un correo electrónico que recibió un policia local y que llevó a un notario. En él constan siete de las diez preguntas que se iban a formular y que habían elaborado dos de los tres miembros del tribunal. Vera dice desconocer cómo llegó esa versión del examen a salir de su despacho.
El correo fue enviado desde la dirección de correo electŕonico personal del director general, Enrique Calvo, también acusado y que ha sido el primero en declarar y en negar la filtración. Sostiene que no tuvo acceso nunca a las preguntas del examen y que no formaba parte del tribunal. Se excusa en un problema informático en el Ajuntament que permitía enviar correos, según dice, con cualquier dirección como remitente. Admitió una relación de amistad con uno de los policías acusados de ser beneficiado, Tomás Más. «Ya me hubiera gustado ayudarle, pero no podía».
Vera ha relatado, a preguntas de su defensa, una serie de incidentes con el entonces fiscal Miguel Ángel Subirán, condenado a nueve años de cárcel por el TSJIB, previos a su imputación en la causa y a episodios como la declaración de la madame en su contra. Subirán se quejaba de forma insistente a la Policía Local por el ruido que provocaban unos aires acondicionados en su piso y acusaba a los agentes de la Patrulla Verde de no hacer nada. Tras varias peticiones del jefe de aquella unidad, Gabriel Torres, que también paso por la causa Cursach y que relató el mismo episodio, finalmente el jefe de la Policía Local se reunió con el fiscal. «Estaba super alterado, casi con una violencia física fuera de lo normal», ha declarado Vera. «Nos dijo, 'soy un perro de presa y cuando muerdo no suelto' y a mí se me heló la sangre».
Vera fue imputado por la declaración de la madame en 2017 y denunciado en otra ocasión por Subirán y fue exonerado en ambos casos.