Lucas se perdió el sábado. Sus dueños empezaron a buscarlo sin parar por las proximidades de su vivienda, en la urbanización de sa Torre, en Llucmajor. No podía haber ido muy lejos, o eso al menos esperaban ellos. El animal cayó por un respiradero poco después de marcharse de casa. La historia acabó la madrugada de este martes con final feliz tras un rescate por parte de los Bomberos de Mallorca que se prolongó durante tres horas.
El 'padre' del animal, Iker, que no paró de buscarlo desde que detectó el sábado que no estaba en casa, recibió el aviso de uno de los vecinos del ático de que el gato podía haberse colado en el respiradero que tenía en la terraza. Horas antes había escuchado un ruido. Finalmente, y con la ayuda de un amigo y la linterna del móvil, pudieron comprobar que el felino se encontraba allí. Había caído de una altura de unos doce metros. Intentaron acceder desde uno de los locales que hay en los bajos, pero fue imposible. En ese momento decidieron llamar a los bomberos.
Una unidad de estos se desplazó al lugar, y tras inspeccionar y cerciorarse de que efectivamente el gato se encontraba allí, decidieron actuar. Para acceder a él tuvieron que hacer más grande el hueco del respiradero con la ayuda de una radial para que uno de los efectivos pudiera colarse por allí y con la ayuda de una polea bajar hasta el animal. Y así fue. Tras unos minutos interminable de tensión, Lucas fue rescatado de madrugada y entregado a sus dueños.
Varios vecinos de la finca, testigos directos del trabajo realizado, acabaron aplaudiendo, a pesar de las horas, a los efectivos de los Bomberos de Mallorca que consiguieron rescatar con éxito al felino.