Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con varias ONG's, han liberado a 24 mujeres que se veían obligadas a ejercer la prostitución en varios puntos de Mallorca. Además, han desmantelado a la organización criminal que las explotaba sexualmente en Inca, Alcúdia y Muro, tal y como adelantó en primicia Última Hora meses atrás. Ocho personas han sido detenidas dentro de esta operación tras seis registros domiciliarios realizados en estas localidades en las que también han encontrado sustancias estupefacientes, dos vehículos, documentación relacionada con las actividades ilegales y 35.800 euros en efectivo.
La investigación policial dio comienzo tras una denuncia presentada por una de las víctimas de origen latinoamericano que permitió a los agentes determinar la existencia de este entramado criminal. Los arrestados, de origen brasileño, se dedicaban a la explotación de mujeres en situación de vulnerabilidad en pisos subarrendados y en pésimas condiciones para vivir. Según fuentes policiales, la organización captaba a las perjudicadas a través de anuncios en internet en los que ofrecían trabajos bien remunerados y atraían a estas personas en situación vulnerable desde su país de origen.
Los implicados desarrollaban su actividad en cuatro viviendas de las localidades de Inca, Muro y Alcudia. Allí, las mujeres estaban obligadas a ejercer la prostitución en condiciones infrahumanas. Las explotadas trabajaban durante las 24 horas del día con una jornada de descanso semanal y tenían que entregar el 50% del dinero que generaban con sus servicios. Además, les obligaban a firmar un contrato de subarrendamiento de 250 euros semanales por una habitación minúscula, insalubre y de reducido tamaño que compartían con otras compañeras.
Para conseguir sus servicios, los clientes llamaban directamente a los explotadores, que organizaban las 'citas' en los pisos o incluso en los domicilios de los futuribles demandantes o hoteles. También tenían contactos en varias páginas web sexuales. Por otro lado, durante los registros, la Policía Nacional pudo observar como esta organización también se dedicaba al tráfico de estupefacientes si los clientes demandaban este servicio. Cocaína o tussi, droga a la carta. En una de las entradas domiciliarias encontraron hasta 12 gramos de estas sustancias, además de casi 36.000 euros en efectivo, dos vehículos y teléfonos móviles.