Un juzgado de Instrucción de Palma está investigando a un preso de la cárcel por introducir droga en el centro penitenciario. El hombre, español de 33 años, fue evacuado al hospital de Son Espases tras las sospechas en prisión y allí expulsó tres bolas de hachís que albergaba en el estómago. El procesado fue excarcelado y conducido a los juzgados de Vía Alemania, donde, asistido por el abogado Pau Cruelles se acogió este martes a su derecho a no declarar ante la magistrada.
Los hechos, según fuentes judiciales, se remontan a la noche del pasado 20 de noviembre. Los funcionarios de la prisión sospechaban que el preso podría haber introducido droga en la cárcel y la albergaba en el estómago. Ante estas sospechas avisaron a la Policía Nacional y fue trasladado al hospital de Son Espases para que se le realizara un TAC. Las pruebas confirmaron la presencia de tres cuerpos extraños.
Horas más tarde, a las 7.30, los agentes que custodiaban al preso empezaron a percibir un fuerte olor a hachís en el pasillo y siguieron el rastro, que les condujo a la habitación del sospechoso. Allí el preso, con las manos impregnadas en heces, les dijo no saber nada de la droga. Tras registrar la estancia encontraron tres bolas de hachís escondidas en la estructura metálica de la cama.
Los servicios médicos de Son Espases confirmaron que el varón había expulsado los tres bultos, que arrojaron un peso de 37,168 gramos. En ese momento al recluso se le imputó un delito de tráfico de drogas sin grave daño a la salud.