«En los últimos meses hemos detectado un aumento significativo de estafas a través de internet, en supuestos donde de modo delictivo se suplanta la identidad de entidades bancarias, organismos públicos, empresas, proveedores, o clientes para conseguir un pago de dinero. Sin ir más lejos, un conocido despacho de abogados nos contrató a finales del año pasado porque un ciberdelincuente interceptó su factura de honorarios de 75.000 euros mandada por correo electrónico, y sustituyó el número de cuenta del despacho por otro distinto, apropiándose del dinero», explican los letrados palmesanos Pedro Munar, María Nicolau y Juan Pedro Abraham, especializados en este tipo de modalidad delictiva.
«Otros casos más comunes que también hemos tratado son empresarios que mandan facturas, números de cuenta o incluso claves por correo electrónico o Whatsapp, lo cual es un grave error. Esta misma semana, otro cliente recibió un correo de una supuesta entidad bancaria pidiendo datos, donde una persona que se le hacía pasar por su gestor personal le iba ‘guiando' en el proceso, consiguiendo incluso simular una llamada desde el número de teléfono de la entidad.
Los mismos bancos han advertido de estas técnicas conocidas como ‘Phishing', donde la suplantación de la identidad está muy lograda, y las consecuencias fatales de caer en la trampa», añadió Munar. Desde el despacho Balear Abogados recomiendan «siempre, sin excepción» la confirmación personal antes de hacer un pago.