La banda de ladrones desarticulada por la Guardia Civil en sa Pobla habría perpetrado al menos medio centenar de robos. Los investigadores encontraron en el pueblo un cementerio de coches que habían sido sustraídos en numerosos domicilios de la Part Forana. La organización, formada por tres menores y cuatro adultos, actuó desde principios del pasado mes de octubre.
El grupo de patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Comandancia (UOPJ), la Policía Judicial de Inca y el área de investigación de Pont d'Inca detectaron un aumento de robos en viviendas de distintas localidades de Mallorca, por lo que iniciaron la bautizada como 'operación Oasis'.
La mayoría de los robos tenían el mismo denominador común: los delincuentes accedían a las casas cuando los moradores dormían. A continuación, se apoderaban de los objetos de valor y cogían las llaves de los coches que utilizaban para desplazarse y cometer nuevos robos en otras localidades. Muchos de los vehículos los abandonaban cuando se quedaban sin gasolina.
Los guardias civiles llegaron a la conclusión de que los ladrones residían en sa Pobla, el municipio más afectado por los robos. En algunas ocasiones cambiaban las matrículas de los coches para utilizarlos durante varios días. Los jóvenes sustrajeron también la furgoneta de la funeraria de sa Pobla que utilizaron para cometer otros golpes.
Los investigadores realizaron ayer siete registros en domicilios en lo sque detuvieron a siete integrantes de la banda. Los agentes han recuperado numerosos objetos procedentes de robos como teléfonos móviles, joyas, anillos, relojes y hasta 15 llaves de vehículos que habían sido sustraídos, algunos con las matrículas cambiadas.
Los ladrones entraron a robar en casas de Marratxí, Santa Eugènia, Muro, Costitx, Búger, Caimari o sa Pobla. En esta última localidad perpetraron más de una treintena de robos.