David Peregrina, el chef mallorquín asesinado a tiros en Brasil, fue condenado hace 11 años en Palma por una macroestafa en pleno ‘boom' inmobiliario en 2003. El hombre aprovechó su condición de director de la sucursal Caixa Rural de Muro para cometer delitos de estafa y falsedad documental y apropiarse de cerca de dos millones de euros de la entidad. Peregrina utilizaba su cargo como director de la sucursal de Muro para suscribir préstamos hipotecarios a varios jóvenes, algunos de 18 años, que a cambio de mil euros firmaban haber recibido la cantidad concedida, aunque esta fuera a parar al bolsillo del propio director.
El chef mallorquín fue detenido en septiembre de 2008 en el aeropuerto de Barajas después de haber huido a Brasil tras la estafa. El entonces abogado de Caixa Rural, Jaime Campaner, solicitó al juzgado su ingreso en prisión mientras se instruyó la causa alegando que existía riesgo de fuga y de reiteración delictiva. El juez de Instrucción 3 de Palma ordenó su ingreso en prisión tras tomar declaración a Peregrina.
El exdirector de Caixa Rural explicó ante el magistrado que no defraudó a la caja de ahorros cuando fue director de varias sucursales. Peregrina añadió que su estancia de tres años en Brasil no era para eludir la Justicia, sino por motivos personales, ya que su pareja sentimental era del país sudamericano.
Peregrina, que fue juzgado junto otros 29 acusados en la Audiencia de Palma en 2012, aceptó una condena de tres años y nueve meses de prisión. El exdirector de la entidad bancaria se puso de acuerdo con el responsable de una agencia inmobiliaria para captar a los clientes. Las víctimas recibían un dinero a cambio de firmar las hipotecas inmobiliarias a pesar de no estar interesadas en comprar las viviendas. El exdirector de banco y el encargado de la inmobiliaria se apropiaban después del dinero de las hipotecas… y de los inmuebles.