La condena de nueve años de cárcel por parte del TSJIB contra el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán va camino de ser el inicio del recorrido judicial de ambos. A la espera de que las acusaciones personadas en la causa decidan si recurren o no ante el Supremo para pedir incrementar las penas, un buen grupo de afectados, personados en este juicio o antiguos imputados en las causas exploran otras vías para abrir nuevas investigaciones contra ambos y que estas lleguen a juicio en el TSJIB.
El juicio se centró en el ‘caso ORA' y quedaron fuera de su ámbito cuestiones relacionadas con el ‘caso Cursach', las principales vinculadas a la sentencia de la Audiencia Provincial sobre aquella causa. Esa resolución pedía que se enviara lo ocurrido en el juicio a un juzgado de instrucción ante la posible comisión de varios delitos de obstrucción a la Justicia por parte de Penalva y Subirán, similares a los que han motivado su condena en el TSJIB.
Sin embargo, esa vía está de momento parada, a la espera de que la sentencia gane firmeza. Las acusaciones particulares presentes en esa causa anunciaron recursos, en gran parte porque se les imponían las costas procesales y, aunque las defensas han renunciado a cobrarlas, las actuaciones no han sido enviadas al Supremo. Están paralizadas por una serie de quejas contra el tribunal planteadas por testigos del caso ante el Consejo General del Poder Judicial, la última, aún por resolver, proviene precisamente de uno de los que fueron señalados por el tribunal por cometer un posible delito de falso testimonio en su declaración.
Mientras llegan a instrucción las consecuencias del ‘caso Cursach' se han activado una serie de querellas contra antiguos testigos protegidos. De ellas podrían derivarse también consecuencias contra Penalva y Subirán. Una de las más avanzadas es la causa que investiga a un antiguo trilero de Playa de Palma. Este ya apuntó en su declaración ante la magistrada de instrucción que el entonces magistrado le prometió levantarle medidas cautelares a cambio de declaraciones contra policías locales que eran guiadas. En ese juzgado están citados la próxima semana para testificar los policías nacionales que investigaron la causa en torno al juez y al fiscal. A partir de ahí podría plantearse que la jueza hiciera una exposición razonada para enviar el caso al TSJIB.
Además de esta, existen otras querellas en fase más embrionaria contra los antiguos testigos protegidos o, directamente contra los acusados en el juicio del TSJIB. Uno de los obstáculos posibles para que prosperen los nuevos casos contra Penalva y Subirán provienen de la anterior instrucción del TSJIB. El instructor decretó el sobreseimiento libre para determinados delitos y esa decisión solo fue parcialmente revocada posteriormente por la Sala. Esa decisión de sobreseimiento libre impide la apertura de nuevas causas por esos mismos hechos, pero no impediría, según fuentes de las acusaciones, plantear otros nuevos, esta vez sí vinculados directamente con detenciones llevadas a cabo durante la instrucción del ‘caso Cursach' por los dos condenados.