Hizo creer a un conocido que podía conseguirle a él y a sus siete amigos un paquete de 10 noches y 11 días en la Riviera Maya más económico que en cualquier agencia de viajes. Pero le engañó.
El Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears (TSJIB) ha confirmado ahora la condena de un año y medio de cárcel a un hombre por estafar 12.800 euros a ocho mallorquines con un viaje a esta zona turística de México en octubre de 2019. El acusado deberá devolver a cada uno de los perjudicados 1.614 euros por el dinero que se apropió más los intereses.
El procesado, de 58 años y nacionalidad venezolana, negó los hechos en el juicio celebrado el pasado mes de febrero en la Audiencia Provincial de Palma y explicó que no trabajaba en una agencia y que les organizó las vacaciones como un favor. Los denunciantes le pagaron en efectivo y tras realizar la reserva una mujer sufrió un accidente de tráfico grave y no podía ir.
Cancelación
«Me dijeron que cancelara el viaje y lo hice», declaró el enjuiciado. «Yo no podía devolver el dinero, ya estaba todo pagado. Era unas vacaciones de un grupo de amigos, no era una agencia al uso». El hombre ya había organizado un viaje a su conocido y a sus hermanos en 2013. «Es un plan de una forma especial, no es El Corte Inglés, vamos. Él sabía las condiciones».
Uno de los denunciantes manifestó que en ningún momento dieron la orden de cancelar el viaje y que el acusado, cuando se acercó la fecha, les dijo que no habían salido los vuelos. «Nosotros le dijimos lo que queríamos y nos hizo un presupuesto. Éramos ocho personas y una chica sufrió un accidente de tráfico. Tenía secuelas y estaba valorando la cancelación de su parte del viaje y de su pareja. Habló directamente con él y le expuse la posibilidad de cancelar dos personas y me dijo que no, que éramos un grupo y que perderíamos el dinero. Decidimos viajar aunque ella estuviera mal, teníamos la firme convicción de hacerlo», contó.
–¿Qué les hizo sospechar que algo no iba bien?
–Lo primero que pasó fue que no coincidían las noches del presupuesto con lo que habíamos pedido. Y luego se iba acercando el viaje y preguntábamos por nuestro planning y nunca llegaba. Estábamos en noviembre y volábamos en un mes y medio.
«El primo de una de mis amigas trabaja en una agencia de viajes y le pasamos el número de vuelo y nuestros nombres. Nos dijo que no teníamos ningún tipo de reserva para esas fechas», dijo una de las víctimas. Sus datos tampoco figuraban en el hotel en el que se iban a alojar.
Alternativa
El abogado de la defensa recurrió la sentencia de la Audiencia de Palma alegando que se produjo un error en la valoración de la prueba y que el acusado les ofreció una alternativa de viaje que no fue aceptada por los interesados, por lo que no se podía considerar que se tratara de una estafa. «No se ha acreditado que existiese una oferta real de viajar en otras fechas diferentes de las inicialmente solicitadas por los perjudicados», sostiene el TSJIB.
«Aún cuando fuera cierto que a algunos de los testigos el recurrente les trasladó un posible cambio de fechas de su viaje, ello no contradice la conclusión a la que llegó el tribunal sentenciador relativo a que se trataba de un engaño ya que en ningún momento el condenado procedió a gestionar los paquetes turísticos que le fueron encomendados».
El TSJIB añade que la controversia planteada por la defensa acerca de si ofreció un cambio de fechas para el viaje que no fue aceptada «es estéril».
«Yo trabajaba como cocinero, ganaba 1.500 euros y gasté mis ahorros en ese viaje»
Uno de los perjudicados explicó ante el tribunal el esfuerzo realizado para pagar al acusado. «Yo trabajaba como cocinero, ganaba 1.500 euros al mes y gasté todos mis ahorros en ese viaje. Partiendo que somos gente humilde, trabajadores, nos generó un estrés y una frustración el hecho de que nos lo cancelaran un mes antes». Las ocho víctimas de la estafa fueron desfilando durante el juicio ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma para relatar que se sintieron engañados por el enjuiciado.