La Audiencia Nacional ha condenado a penas de hasta dos años de cárcel a 32 Ángeles del Infierno que se instalaron en Mallorca entre 2009 y 2013. La Sala ha absuelto a otros 13 acusados, entre ellos su líder, Frank Hanebuth, y descarta el delito de organización criminal al no haber quedado acreditado que formaran una «empresa criminal». La sentencia, de la Sección Cuarta de la Sala Penal, de 500 páginas, aplica a todos los acusados las atenuantes de dilaciones indebidas.
Khalil Youssafi, uno de los lugartenientes de Hanebuth, ha sido condenado a nueve años y 9 meses de cárcel, una pena que, como en el caso de otros procesados que reconocieron los hechos, se sustituyen por penas de multa. Sin embargo, su hermano Abdelghani Youssafi, que no se conformó en el juicio celebrado a principios de enero en la Audiencia Nacional, ha sido sentenciado a dos años de cárcel por un delito de prostitución y absuelto de pertenencia a organización criminal, amenazas, coacciones, encubrimiento, detención ilegal, blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas y omisión del deber de perseguir delitos.
Paul Engelke, considerado como la mano derecha del líder, ha recibido un castigo de un año y medio de prisión por delitos de amenazas y encubrimiento. Hanebuth, presidente de Los Ángeles del Infierno de Hannover y jefe del capítulo o grupo de Mallorca, ha sido absuelto al no constar que haya intimidado a ninguna persona ni que se haya instalado de forma permanente en España con la intención de crear un capítulo en la isla balear de la organización HAMC que él mismo dirigiese y liderase «como base para la continuación de las presuntas actividades criminales por las que él y la organización están siendo objeto de investigación en Alemania».
Los acusados no forman parte de una «empresa criminal»
El tribunal considera que no se ha podido acreditar que los acusados formen parte de una empresa criminal. Los jueces afirman que «son personas asentadas en Mallorca, muchas de ellas relacionadas con el club de moteros de ámbito internacional denominado «Hells Angels Motor Club» («HAMC»).
No consta, según la sentencia que las personas vinculadas a esta asociación (de las que existen unas veinte en España) "se integren en una estructura delictiva jerarquizada, con pretensiones de permanencia y en la que cada uno de sus miembros adopta un concreto rol, a modo de empresa criminal dedicada a la obtención de beneficios para ser ingresados en una caja común y con ellos subvenir a las necesidades de dicha estructura y prolongar las supuestas actividades delictivas».
Tampoco ha quedado demostrado, según el fallo, que Los Ángeles de Infierno sean una organización perfectamente estructurada que realiza el control interno de sus miembros de forma violenta, con un fuerte carácter jerárquico y una disciplina férrea. No consta que los miembros estén involucrados en delitos relacionados con la prostitución, el tráfico de drogas, la tenencia ilícita de armas, las amenazas y coacciones, el encubrimiento de delitos y el blanqueo de capitales. Todo ello, añade la sentencia, « sin perjuicio de que alguno de sus componentes esté o haya estado involucrado en investigaciones policiales y judiciales por la presunta comisión de hechos a ellos reprochables criminalmente, no cometidos al amparo de aquella asociación lícita e inscrita».
Un guardia civil y dos policías locales
Respecto del guardia civil y dos policías locales que fueron juzgados, el Tribunal condena al primero por delito de violación de secretos a una pena de multa y le absuelve de cohecho y del deber de perseguir delitos. En relación con los policías locales, uno de ellos resulta absuelto de pertenencia a organización criminal y cohecho, mientras que al otro agente se le condena a la pena de inhabilitación para empleo o cargo público durante seis meses por delito de omisión del deber de perseguir delitos.