Las autoridades de Hawái han elevado este domingo a 93 el balance oficial de víctimas mortales por los incendios que afectan el archipiélago, especialmente la isla de Maui, donde se teme que sigan encontrándose víctimas a medida que siguen examinándose zonas devastadas. Dos de los tres incendios desatados en Maui siguen activos, según el último balance del condado, que por ahora sólo ha verificado la identidad de dos de las 93 víctimas confirmadas.
La Policía local ha reconocido que el proceso llevará tiempo, en la medida en que se necesita una comprobación genética o dental. El gobernador de Hawái, Josh Green, ha reconocido que los incendios son ya el «desastre natural más grande que Hawái jamás haya experimentado», según CNN. Supera las 61 muertes confirmadas tras un tsunami en 1960, si bien antes de que Hawái se convirtiera en estado en 1959, en 1946 las islas experimentaron un devastador tsunami que mató a 158 personas. «En los próximos días, mientras caracterizamos cuántas personas hemos perdido (y cuántas personas vendrán) a nuestra comunidad... a corto plazo será desgarrador y a largo plazo, la gente necesitará servicios de atención de salud mental y, a muy largo plazo, reconstruiremos juntos», ha asegurado Green.
Por otra parte, el gobernador también ha estimado que las pérdidas materiales se acercan a los 6.000 millones de dólares (unos 5.500 millones de euros), ya que según ha dicho, «si observa lo que se ha visto ahora en el oeste de Maui, 2200 estructuras han sido destruidas o dañadas. El 86 por ciento son residenciales». Según las autoridades locales, más de 14.000 personas fueron evacuadas de la isla de Maui durante la jornada del miércoles, mientras que cerca 14.500 fueron trasladadas a otras islas cercanas a lo largo del viernes. Richard Bissen, el alcalde de Lahaina, antigua capital del archipiélago y una de las zonas más turísticas de Hawái, aseguró en la víspera que el 80 por ciento de la ciudad ha quedado completamente destruido por las llamas, avivadas por el huracán Dora.