-Señora, ¿es cierto que la primera semana de diciembre de 2021 su exmarido la retuvo en contra de su voluntad y le obligaba bajo amenazas a que le hiciera felaciones?- ha preguntado la fiscal a una mujer en el juicio en la Audiencia de Palma.
-Y a follarme. Me despertaba a las tres o a las cuatro de la madrugada pegándome guantazos.
-¿Bebía mucho el acusado?- ha insistido la representante de Ministerio Público.
-Tres o cuatro cajas de cerveza se bebía.
El hombre, de 71 años y nacionalidad rumana, se ha declarado culpable este viernes ante el tribunal de la Sección Segunda y ha aceptado una condena de ocho años y cuatro meses de cárcel. El agresor deberá indemnizar a la víctima con 25.000 euros por los daños morales ocasionados. La fiscal ha tenido en cuenta la circunstancia atenuante de embriaguez ya que el acusado actuó bajo la influencia del alcohol.
Los hechos juzgados se remontan al 1 de diciembre de hace dos años. El hombre llevó a su ex a una chabola de Palma en la que vivía y cerró la puerta con llave. La víctima se negaba a mantener relaciones sexuales y el procesado le propinó una bofetada en la cara, le agarró fuertemente de los brazos y le obligó a practicarle una felación.
El hombre no permitió salir a la víctima de su domicilio hasta el 7 de diciembre, que el hermano de la mujer tuvo conocimiento de lo que estaba pasando y avisó a la Policía Nacional, que detuvo al investigado. El agresor cerraba la puerta con llave cada vez que salía de la chabola y dejaba a su exmujer en el interior de la vivienda encerrada impidiendo que se marchara a pesar de sus continuos ruegos.
-Si te vas, será la última cosa que hagas- le amenazaba.
Durante ese tiempo, todos los días que duró la situación, el procesado obligó a la perjudicada a practicarle felaciones en múltiples ocasiones mediante empujones contra la cama, fuertes zarandeos y agarrándola de los brazos.