El juicio revisa las órdenes de prisión del juez Penalva

Con este testigo terminan los previsto para hoy. El juicio continúa mañana.

Tras el interrogatorio y las amenazas de Subirán, el testigo desarrolló una depresión y estuvo cuatro meses de baja.

Un funcionario municipal que fue llamado para declarar como testigo el día de las detenciones. «Subirán me dijo que ocultaba algo y que iba a dormir en el calabozo». El testigo está visiblemente nervioso.

Otro testigo, también directivo de las empresas de la ORA también insiste en que el juez Penalva le dijo que pasaría a ser testigo si incriminaba a Roig o a Álvaro Gijón.

El testigo, que es abogado: "Sí que me gustaría que los acusados lo supieran: esto no se hace sin pruebas sólidas como decían. Se reían, se jactaban. Eso no es un Estado de Derecho. Estaba muy tranquilo y eso les puso muy nerviosos".

Insiste en que el juez Penalva le trasmitió que «no es lo mismo venir de testigo que de investigado» para que se lo dijera a sus jefes. Estuvo tres años imputado.

Otro directivo de Dornier sobre su declaración en el juzgado de Instrucción: "Recuerdo una sala llena de trofeos de foto de animales. Me dijeron que había una imputación contra mí, me acusaron de seis, siete u ocho delitos y que si indicábamos que nos habían presionado para ir con Roig en UTE pasaríamos a ser testigos. Eso me lo dijo el juez directamente".

"Me dijeron que podía cambiar de ser investigado a testigo y que si no lo hacía así podía incurrir en una acusación de hasta diez años de cárcel".

Declara un directivo de Dornier que declaró en el 'caso ORA'. «Querían que me limitase a corroborar».

Tras la declaración de la mujer de Roig, el tribunal hace un receso de un cuarto de hora.

La mujer de Roig confirma el episodio cuando fue a renovar el DNI poco después del ingreso en prisión de su marido. Se le acercaron la inspectora Blanca Ruiz y el policía Iván Bandera. «Me dijeron que o cambiaba la declaración mi marido o tenían más casos para meterle en prisión».

"El tema reputacional grave fue el 'caso ORA' mi reputación queda fuertemente dañada, pasé a ser un apestado. Ahí sí que nadie quería hacer UTEs conmigo. El Banco de Santander me hizo cancelar las cuentas. No nos daban crédito". A preguntas del tribunal niega que ese daño fuera por la condena de conformidad por el IME.

Sobre un viaje a Formentera en el que iba Álvaro Gijón. «Íbamos doce o catorce personas, no era un viaje romántico».

Roig señala que asumió una condena por conformidad en el 'caso IME' porque «quería terminar con eso», aunque defiende que no había ninguna irregularidad. «El Ajuntament de Palma no me ha reclamado ni un euro».

Sigue Roig, que ingresó en prisión por riesgo de que destruyera pruebas: "Del tema ORA no vinieron a mi oficina para nada. No fueron a la oficina de la UTE para nada. No miraron mis cuentas corrientes ni las de la empresa. No miraron nada".

Cuenta que fue detenido de nuevo por el 'caso IME'. «Maikel me dijo, 'te dije que volverías' y me volvió a decir que reconociera lo del piso».

Relata otro episodio. Su mujer había ido a renovar el DNI en la policía cuando él estaba en prisión. Dice que bajaron Iván Bandera y Blanca Ruiz y le dijeron a su esposa: «Dile a tu marido que si no cambia de opinión y dice que ha cobrado le vamos a detener cada mes».

Afirma que, cuando le mandó a prisión tuvo una conversación con Penalva. «¿Manolo, me vas a mandar a prisión?» «Me dijo, me han dicho que te ayude, dí que has pagado».

Blanqueo manejaba unas fichas para las detenciones. En la de Roig constaba «que venda a Gijón»: "Todas las amenazas y coacciones iban encaminadas hacia mí a que yo vendiera a Álvaro Gijón, punto. Así se me hizo saber reiteradas veces".

Roig dice que tres meses antes de su detención ya sabían que se investigaba la ORA después de que el Grupo de Blanqueo fuera al ayuntamiento a por el expediente, se reunieran con la concejal y con funcionarios municipales. «Lo sabía toda Palma y yo estaba tranquilísimo».

Según Roig, el subinspector Blanco le dijo en comisaría que si no declaraba contra Gijón le iban a investigar otros contratos e iba a estar «cada mes» detenido.

Dice que el policía que le abordó en prisión le dijo que si llamaba por teléfono al subinspector: «Igual es la última llamada que haces aquí dentro». «Me seguían acosando y amenazando estando dentro de la cárcel».

Roig dice que un policía le hizo llegar un mensaje cuando estaba en la cárcel. "En un momento que estábamos paseando por el patio se acerca un Policía Nacional y me llama. Me acerco a la reja y me dice que si quiero hablar con el subinspector Maikel. Me quedo alucinado. Digo que sí. Al cabo de diez o quince minutos pasa lo mismo".

Roig: «Tenía claro desde el minuto uno que si hubiera insinuado algo de Gijón me hubiera ido a mi casa en cinco minutos como un 'champion'».

"Me sacaban de los calabozos cada día. El subinspector Maikel me decía ¿lo has pensado? Y expresiones. «Coño, dí que has pagado si sabemos que has pagado». SI no vas a decir la verdad, vuelve a los calabozos. Esto pasó cuatro o cinco veces. A veces con más intensidad o con más relajación. Me invitó a una cerveza, a una Voll-Damm".

Roig explica que, al llegar a Jefatura tras ser detenido, el subinspector Blanco habló con él sin abogado: "Maikel me cogió, me dijo que estaba detenido por el 'caso ORA' y me empezó a hacer afirmaciones: Sabemos que has pagado, que has dado un piso. Lo mejor que puedes hacer es decir la verdad, que has pagado. Para mí era una gran incredulidad, luego ya dije, 'estoy jodido': si digo la verdad, que no he pagado me van a tener todo el tiempo que quieran".

Comienza la declaración del empresario Antoni Roig. El fiscal le interroga por el mensaje que le hizo llegar un amigo común que tenía con el juez Penalva de parte del juez para que declarara de forma voluntaria unos días antes de su detención.

La defensa de Penalva y Subirán renuncia al testigo protegido 29, Daniel Corral, una de las estrellas del 'caso Cursach', ahora imputado por mentir en esta causa.