El juzgado de Instrucción 3 de Manacor ha denegado la libertad para la madre que envenenó a sus hijos de 4 y 14 años con matarratas en la comida. La mujer, que después se intentó suicidar bebiendo salfumán, se encuentra en la cárcel de Palma desde que fue detenida el pasado 28 de mayo. Los hechos ocurrieron en un domicilio de la calle Pare Andreu Fernández de Manacor. La mujer despertó a su expareja y padre del niño de 4 años, con quien todavía convive, y le confesó que había envenenado a sus dos hijos con matarratas y que después había ingerido salfumán.
El hombre llamó al 061 y los tres fueron trasladados al hospital de Manacor y después a Son Espases. Los primeros en llegar a la casa fueron los agentes de la Policía Local de Manacor, que pidieron después ayuda a sus compañeros de la Policía Nacional. Los investigadores encontraron en el domicilio varios medicamentos como tranquilizantes y una caja de raticida en la que faltaba la mitad del producto.
La mujer y los dos niños fueron trasladados de manera urgente hasta el hospital Son Espases, donde le realizaron una serie de análisis que dieron positivo en benzodiacepinas. Los menores recibieron el alta en el hospital tres días después. Los policías que se hicieron cargo de la investigación averiguaron que la mujer habría suministrado tranquilizantes a sus hijos el viernes anterior, lo que provocó que se quedaran profundamente dormidos. La madre de los menores, al día siguiente, intentó asfixiar a su hija con un cojín y luego trató de estrangularla, pero la adolescente consiguió zafarse.
La mujer le pidió disculpas y le quitó importancia. A mediodía hizo unos espagueti para los menores y los aderezó con raticida. La detenida y su expareja habían decidido terminar con la relación hacía dos meses, pero aún así convivían juntos. En febrero y marzo la policía tuvo que intervenir porque la mujer había protagonizado dos episodios de intento de suicidio.