Siete iPhones 14 y dos Google Pixel. Este fue el botín intervenido por la Policía Local de Calvià a un hombre en Magaluf. El sospechoso, de 30 años y nacionalidad senegalesa, fue detenido el pasado domingo. Los agentes fueron requeridos para que acudieran a la calle Pere Vaquer Ramis porque una persona había sufrido un corte en la oreja.
A la altura de la Avenida Cas Saboners con la calle Pare Vaquer Ramis observaron al individuo caminando por la calle Miquel Servet. El hombre dio media vuelta al ver el coche patrulla y uno de los agentes se bajó del vehículo. El sospechoso, mientras estaba siendo perseguido por la policía, se giraba continuamente.
El policía que lo seguía a pie observó cómo el senegalés se agachaba detrás de un murete y vio cómo se extraía de debajo de su ropa algo voluminoso. Eran los nueve móviles. El hombre aseguró que no los llevaba él y cuando los agentes fueron a ponerle las esposas se enfrentó a ellos, que tuvieron que reducirlo para detenerlo. Uno de los móviles empezó a sonar y el policía lo descolgó. El autor de la llamada era el propietario del teléfono, que le explicó que dos hombres negros lo habían parado y que mientras se encontraban hablando uno de ellos se lo arrebató al descuido.