Sobresalto mayúsculo, el que se llevaron los vecinos de la calle Joan Estelrich Artigues, en la barriada del Rafal de Palma. Faltaban unos minutos para la una del mediodía de este jueves, cuando numerosas llamadas alertaban a los equipos de emergencia de la presencia de un hombre armado con un fusil agazapado en un balcón de un edificio. Todas las llamadas e informaciones eran muy contradictorias e imprecisas, por ese motivo la sala del 092 pedía a sus efectivos máxima precaución.
Por su parte, el sospechoso asomaba el cañón y medio cuerpo al exterior del balcón de su vivienda mientras amenazaba a los vecinos que transitaban por esa vía en ese momento. Rápidamente, numerosas donaciones policiales se personaron en el lugar y comprobaron in situ la veracidad de los hechos denunciados. Agentes de la Unidad de Intervención Inmediata (UII) de la Policía Local de Palma, apoyados por compañeros de otras unidades se desplegaron en la zona para tratar de acceder al inmueble. La premisa era clara, que nadie resultara herido.
Desde lejos todo apuntaba a que se trataba de un arma de airsoft y que no era de fuego real, pero debido a la distancia a la que se encontraban los agentes era imposible verificar ese hecho con total certeza y por ese motivo se tomaron todas las medidas pertinentes de seguridad. Para evitar que ningún ciudadano resultara herido los funcionarios policiales decidieron cortar la calle e impedir la circulación de personas y vehículos.
Finalmente, los agentes consiguieron mediante una maniobra de distracción acceder hasta el lugar donde se encontraba el sospechoso, inmovilizarlo y retirarle el arma de airsoft. Se trata de una persona que tiene problemas mentales y que lanzaba en todo momento mensajes incoherentes e incluso se hacía pasar por agente de la autoridad. Ante estos hechos, se solicitó la presencia de una ambulancia del Servei d'Atenció Mèdica Urgent (SAMU-061) quienes acudieron al lugar del suceso con suma celeridad y se hicieron cargo del paciente. El hombre fue trasladado de inmediato al Área de Psiquiatría del hospital de Son Espases en calidad de detenido.
Este suceso fue este jueves por la tarde el gran tema de conversación en las calles del Rafal. Reunidos en un bar que se encuentra tan solo a un centenar de metros del lugar de los hechos, algunos vecinos comentaban como habían vivido lo ocurrido.
«Se ha empezado a escuchar mucho jaleo y al salir ya he visto mucha policía. El señor estaba gritando desde un balcón y al final los policías han entrado con unos escudos», comentaba uno de los vecinos.
Otro de los testigos aseguraba ayer que al ver todo el jaleo le picó la curiosidad pero finalmente optó por volver a entrar en casa después de ver al hombre armado: «Un fusil llega lejos, tenía curiosidad pero se me pasó rápido».