Un juzgado de Instrucción de Manacor investiga a una mujer acusada de estafar más de 2.500 euros a otra, que reside en Felanitx, con la falsa adopción de un perro. La sospechosa, que vive en Asturias, consiguió que la perjudicada le hiciera repetidas transferencias de dinero sin llegar a enviarle el animal que había acordado previamente.
Los hechos, según fuentes judiciales, se remontan a finales de septiembre del pasado año. La víctima de la estafa se personó en las dependencias de la Guardia Civil de Felanitx para denunciar que una mujer, con la que había contactado por WhatsApp, se había quedado con una importante cantidad de dinero suya tras acordar la adopción de un cachorro, que nunca le hizo llegar.
Tal y como sostuvo la perjudicada ante los agentes, la investigada le pidió el 27 de septiembre de 2022 168, 31 euros para pagar el envío del animal. La mujer pagó. Ese mismo día le solicitó 486 euros, dinero que transfirió a una cuenta corriente que la sospechosa le remitió. Un día más tarde fueron 724 por el transportín. Y el 1 de octubre, 184 por un seguro de vida con chip para el can. Los días siguientes la presunta estafadora continuó solicitando dinero a la adoptante y esta siguió enviándole por distintas vías. Unas veces a través de Bizum y otras a distintas cuentas corrientes. Nada de esto hizo sospechar a la perjudicada de que podía estar cayendo en una estafa. El último envío de dinero fue el 6 de octubre de 2022 y el montante total de la cantidad enviada ascendió a 2581,31 euros.
Días más tarde, y toda vez que no pudo contactar con ella ni tampoco recibió el perro que había acordado adoptar, la perjudicada interpuso la denuncia. Las gestiones realizadas a cabo por la Guardia Civil de Felanitx dieron sus frutos con la identificación de la sospechosa, que quedó imputada como presunta autora de una estafa.
El apunte
La imputada usaba distintas cuentas corrientes a nombre de otras personas
La denunciante explicó a la Guardia Civil cuando fue a interponer la denuncia que la presunta estafadora le facilitó distintas cuentas corrientes para hacer los ingresos a nombres de varias personas. También utilizó el mismo método para solicitar a través de Bizum distintos pagos. Los investigadores desconocen si se trata de personas vinculadas a la mujer o desconocían que se utilizaban sus identidades.