Los padres de las gemelas que el pasado 21 de febrero se precipitaron desde el balcón de su casa de Sallent (Barcelona) han emitido un comunicado en el que agradecen las muestras de solidaridad hacia la familia y en el que precisan que su hija fallecida «no se llamaba Iván, se llamaba Alana». La menor, de 12 años, había comentado unas semanas antes a su hermana Leila, que continúa hospitalizada en cuidados intensivos, y a personas de su círculo de amistades que había decidido cambiar su nombre por el de Iván e iniciar un cambio de género, lo que le llevó a ser objeto de burlas en su instituto, algo que sus padres desconocían.
Pese a ello, en el recordatorio que la familia entregó en el funeral celebrado el pasado domingo, se incluían ambos nombres, en señal de respeto a la voluntad de la menor. En un comunicado remitido ahora a La Vanguardia, los padres de las gemelas indican que, por respeto «a la intimidad y la memoria de sus hijas» y para no entorpecer la investigación judicial y policial, «no harán por el momento declaraciones» y si lo hacen será a través de comunicados de su abogado.
También expresan su voluntad de no convertir la muerte de su hija en «un circo mediático», ni que se produzca «un abanderamiento político de ningún color» por este caso. En un primer informe remitido al juzgado de Manresa (Barcelona) que investiga el caso, los Mossos d'Esquadra apuntan a que el suicidio de la menor se pudo deber a causas multifactoriales, entre ellas problemas por la identidad de género y el acoso escolar.
Los especialistas remarcan que las muertes por suicidio nunca tienen un único detonante, sino que son el resultado de factores psicológicos, biológicos y sociales que tienen tratamiento. Las personas con conductas suicidas y sus allegados pueden recibir ayuda las 24 horas llamando al 112, al Teléfono de la Esperanza (717 00 37 17), al número de atención a la conducta suicida 024 o al 061 Salut Respon.