Sanción ejemplar e histórica en Palma. Un vigilante de seguridad que ejercía su actividad profesional en los juzgados de sa Gerreria de Palma ha sido sancionado con 12.000 euros de multa por negarse a prestar ayuda a la Guardia Civil en el desempeño de sus funciones. Los hechos sucedieron en los calabozos del edificio judicial donde se encontraban unos menores que iban a ser juzgados. En un momento dado y por causas que se desconocen, los chicos tomaron una actitud muy violenta y agresiva. De hecho, acabaron provocando algunos desperfectos en el interior del recinto. Este comportamiento cogió por sorpresa a una pareja de la Guardia Civil que se encontraba allí y que debía velar por la seguridad.
Ante la complejidad que comportaba reducirlos sin hacerles daño, los guardia civiles decidieron solicitar ayuda a un vigilante que se encontraba allí. En ese momento, el guarda les dijo que lo hicieran ellos y que no iba a ayudarles. Además, una vez finalizada la actuación y recobrado el orden público, los guardias acudieron a la posición del vigilante y le solicitaron que se identificara. Éste se negó tajantemente y, según testigos de peso presentes, contestó de forma grosera a los agentes.
A partir de ese momento, los guardia civiles practicaron las diligencias pertinentes. Finalmente identificaron al vigilante y redactaron un informe de lo sucedido. La Guardia Civil instruyó el expediente por dos faltas a la Ley de Seguridad Privada catalogadas como «muy graves». Una de ellas, por «la negativa a prestar auxilio o colaboración a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, cuando sea procedente, en la investigación y persecución de actos delictivos; en el descubrimiento y detención de los delincuentes; o en la realización de las funciones inspectoras o de control que les correspondan» y una segunda por, «la negativa a identificarse profesionalmente, en el ejercicio de sus respectivas funciones, ante la Autoridad o sus agentes, cuando fueren requeridos para ello».
Vía Alemania
El vigilante en cuestión, tiempo atrás, formaba parte del equipo de seguridad de los juzgados de Vía Alemania de Palma. Por su comportamiento, fue apartado y destinado en sa Gerreria. Tras el grave incidente, la empresa de seguridad que lo tiene contratado decidió enviarlo a que prestara servicio en Servicios Ferroviarios de Mallorca (SFM) en una estación de la Part Forana.
La Unidad de Seguridad Privada de la Policía Nacional fue la encargada de comunicarle de forma oficial al sancionado la resolución. Le informaron que si pagaba antes de los 15 días tendría un 40 por ciento de descuento. La noticia se extendió con rapidez en el sector, siendo la comidilla en todos los corrillos. El afectado en cuestión alegó a su entorno más cercano su intención de recurrir la sanción, que alcanza los 12.000 euros.