Era un viernes de mayo, año 2021, cuando los agentes de la Guardia Civil entraban por sorpresa en el solar de Son Güells. En el lugar se acumulaban 3.617 toneladas de residuos, entre los que había residuos peligrosos. El operativo se saldó con seis detenidos por un delito ecológico grave. A principios de este año, Emaya dio por finalizada la limpieza del solar. Un trabajo, ordenado por un juzgado, que ha costado casi 365.000 euros.
Responsables
La investigación de la Guardia Civil, concretamente del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza), concluyó que un clan gitano controlaba el vertedero ilegal de Son Güells y cobraba a empresas por permitir que tiraran todo tipo de escombros. Durante años, acumularon allí toneladas de desechos, principalmente escombros y residuos voluminosos, y en 2016 el Ajuntament de Palma abrió un expediente que derivó en la investigación del Seprona.
Los agentes llevaban tiempo vigilado secretamente el asentamiento y eran bastante conscientes de lo que se iba a encontrar, pero una vez dentro, quedaron realmente sorprendidos por la montaña de escombros. Una pirámide de basura. Con una particularidad curiosa: los delincuentes habían trazado un circuito en forma de ‘u' por el que podían entrar los camiones y furgonetas a descargar ilegalmente el material, sin ser vistos desde la calle. «Eran como unas trincheras de guerra, de más de tres metros de altura y cinco o seis de ancho», apuntaban. El negocio era redondo y la banda que controlaba el solar cobraba unos 50 euros a sus clientes por tareas que en un gestor de escombros autorizado podían superar los 500 euros. La limpieza del que era el mayor basurero ilegal de Palma, deberá ser abonada por la actual propiedad, una inmobiliaria de Murcia, ya que los trabajos realizados por Cort han sido de forma subsidiaria por orden judicial.
Del coste total, unos 233.000 euros corresponden al tratamiento de los residuos en las plantas de los gestores autorizados y casi 132.000 euros son los gastos directamente ligados a la limpieza.