El titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Palma, este jueves en funciones de guardia, decretó el ingreso inmediato en prisión para el hombre de 30 años detenido por los graves incendios en dos garajes del barrio de Foners de Palma el pasado día 1. Los daños provocados en ambos parkings están valorados en unos 100.000 euros, sin contar los causados en los 14 vehículos que se vieron afectados por las llamas. Al arrestado, de nacionalidad española, también le imputan un total de seis hurtos de bicicletas y patinetes en aparcamientos privados y un robo con fuerza en un domicilio de la capital balear. En la entrada y registro efectuado en su vivienda se hallaron varios efectos de suma importancia para la investigación.
El sospechoso fue arrestado el martes por la noche, tal y como adelantó en exclusiva Ultima Hora. Los agentes del Grupo de Atracos, que se hicieron cargo de la investigación, averiguaron que un hombre había accedido a los dos garajes en las franjas horarias en las que se habían producido los sucesos. Tras varias gestiones lograron poner nombre y apellidos a la imagen que tenían de él, ya que estaba implicado en varios robos cometidos en garajes comunitarios. Con dicha información, y al no tener domicilio conocido, los funcionarios dieron con él en la plaza Alexander Fleming.
El primero, y más virulento incendio, tuvo lugar a las 4.00 horas en el número 42 de la calle Tomás Forteza de la capital balear en un aparcamiento privado de grandes dimensiones y varias plantas. Allí las llamas afectaron a una veintena de coches estacionados, tres de los cuales quedaron completamente calcinados, y también a varias motos. Las llamas se propagaron con rapidez por todo el parking. El fuego también afectó al falso techo, a algunas zonas comunes, tuberías, fibra óptica e incluso al cableado eléctrico. La buena ventilación con la que cuenta el garaje evitó una desgracia mayor. En ese aparcamiento se encontraron dos focos del incendio, tal y como señaló ayer el Inspector del Grupo de Atracos de la Policía Nacional. Poco después de dar por acabado el trabajo en la Tomás Forteza, se recibió un nuevo aviso de incendio y también se había producido en el interior de un garaje. No podía ser casualidad. Esta vez en Josep Rover Motta, a menos de 200 metros del primero. Aquí el incendio devoró una motocicleta de gran cilindrada.