La empleada del hogar acusada de desvalijar dos casas en las que trabajaba en Binissalem entre noviembre y diciembre de 2016 reconoció los hechos este martes ante la jueza y aceptó medio año de prisión. La procesada, española de 50 años, dio el visto bueno al acuerdo que alcanzó su defensa, ejercida por Miguel Ángel Ordinas, con la acusación particular y la representante de la Fiscalía. La magistrada apreció el atenuante de dilaciones indebidas, ya que la causa estuvo paralizada más de dos años por causas ajenas a la imputada. Esta, además, tendrá que indemnizar a los perjudicados con 3.310 euros en total.
El primero de los episodios tuvo lugar en fecha indeterminada del mes de noviembre. La procesada realizaba las labores de empleada del hogar en una vivienda ubicada en la calle Canonge Barceló. Allí aprovechó que tenía acceso libre a todas las estancias para apoderarse de 1.000 euros que había en dos huchas en una habitación y diversas joyas, entre las que figuraban pulseras, cadenas y cordones de oro y anillos.
El mes siguiente en otra de las casas que limpiaba volvió a la carga. Esta era propiedad de la prima de la otra víctima. En una casa de la calle Alaró también se aprovechó de que podía circular con absoluta libertad por todos los rincones de la vivienda para hacerse con otros 1.000 euros que había en dos cajones, así como distintos anillos de gran valor además de pendientes y colgantes de oro. La mujer no entrará en prisión al quedar la pena suspendida.