La Policía Nacional ha advertido este lunes de que ha detectado un incremento de las estafas cometidas por medio de llamadas de teléfono o con mensajes al móvil (sms) donde los autores se hacen pasar por la entidad bancaria de las víctimas, alertan de supuestos fraudes y piden datos.
En los últimos días han aumentado las denuncias de este tipo de estafas, con alrededor de siete por día, en la que los ciberdelincuentes han estafado una media de 1.500 euros, si bien hay un caso en el que han llegado a estafar 20.000 euros a una de las víctimas, ha advertido la Jefatura Superior de Policía de Baleares. Explican que los estafadores llaman o mandan un SMS alertando de alguna operación fraudulenta y remitiendo un enlace donde la víctima debe aportar sus datos, como el DNI y el número de tarjeta, información que utilizan para engañar.
La Policía advierte de que en ocasiones la llamada parece llegar del teléfono de atención al cliente de una entidad bancaria, para lo cual usan una aplicación que consigue que en el teléfono de la víctima salga el número de teléfono de su banco. En la llamada suelen indicar que se están produciendo cargos fraudulentos en su cuenta y que recibirá un SMS con un código, el cual debe aportar para cancelar dichos cargos, pero precisamente ese código de verificación es para realizar los cargos fraudulentos.
La Policía anima a desconfiar de estas llamadas y recalca que «bajo ningún concepto se deben aportar datos» ni claves bancarias porque las entidades bancarias pueden cancelar cargos sin necesidad de aportar ningún código y nunca piden que se introduzcan datos en algún enlace. Recomiendan que, si se recibe un SMS de la entidad bancaria con un enlace, con la excusa de que se están realizando operaciones fraudulentas en una cuenta, éste habrá sido enviado por ciberdelincuentes y «si no se clica en el link, no pasará nada».
Si se pulsa el enlace y se rellenan los datos y claves, seguidamente se recibirá una llamada del ciberdelincuente haciéndose pasar por el banco y animando a seguir unos pasos. Hay que dudar de la llamada y colgar, y en todo caso llamar a la entidad bancaria propia para saber si se está siendo estafado. Si no se corta la llamada, el engaño prosigue con el envío de unos códigos que en realidad son autorizaciones para poder confirmar los pagos de operaciones fraudulentas realizadas por bizum, transferencias bancarias o extracciones en cajeros automáticos por los estafadores. Si se dan, se producirán cargos fraudulentos.