La Audiencia recuerda en la sentencia que el único recurso posible es ante el Tribunal Supremo, dado que el caso se inició antes de que existieran las apelaciones ante el Tribunal Superior. Una de las acusaciones particulares, la ejercida por Teresa Bueyes, anunció su intención de recurrir la sentencia antes incluso de que se dictara.
Insiste en revivir unas supuestas amenazas y coacciones que fueron archivadas durante la fase de instrucción. La sentencia de la Audiencia repasa lo ocurrido en ese momento: los empresarios de Magaluf, que estaban personados en la causa matriz no recurrieron ninguna de las decisiones que les afectaban e incluso su representación procesal dejó pasar el plazo para presentar su escrito de acusación.
Tuvieron que ser avisados por un funcionario del Juzgado de Instrucción 12. La sentencia considera además que hay indicios de que estos empresarios y los articulados en torno a Ángel Ávila cometieron delitos de obstrucción a la justicia.