La jueza deja en libertad con cargos a los ocho okupas detenidos el pasado lunes por los enfrentamientos violentos de la avenida de San Fernando y Joan Crespí. A última hora de este miércoles, la magistrada dictó el auto por el que los jóvenes han quedado en libertad tras ser acusados de provocar graves altercados y de protagonizar dos riñas tumultuarias donde se esgrimieron cuchillos, machetes, hachas, palos de golf, bates de béisbol y otras armas.
La Policía Nacional, según informó su gabinete de comunicación, trata de vincular los hechos a un tema de poder por controlar el territorio por parte de los grupos juveniles okupas de ambas zonas, pero los vecinos van más lejos y saben que detrás de todo hay un mercado de tráfico de drogas y de bandas juveniles, muchos de ellos latinos.
«No es ningún secreto. Lo dicen ellos a gritos que son bandas colombianas, brasileñas y dominicanas y que mandan ellos. De hecho, hay vídeos donde ellos mismos presumen del poder que tienen con sus grupos», apuntan los residentes que viven atemorizados. La investigación también sostiene que los okupas cobran entre 250 y 300 euros a los nuevos ‘inquilinos' por permitirles vivir en los locales ocupados y darles cobertura y protección de cara a otros delincuentes.